La connotación que le han querido dar a la respuesta del presidente Andrés Manuel López Obrador sobre las posibilidades de Samuel García y Luis Donaldo Colosio Riojas de competirle a Morena la presidencia no corresponde a la realidad.
López Obrador respondió medio de mala gana a una pregunta inducida sobre las posibilidades de los políticos neoleoneses cuando estaba por dejar el hotel en el que pernoctó en Monterrey, la semana pasada.
Pero los publicistas del MC le dieron vuelo a la respuesta para hacerla aparecer como la declaración de que solo García y Colosio podían competirle a Morena el próximo año.
Nada más falso.
Primero, porque Samuel García no está en la gubernatura del estado por méritos propios sino como resultado de un pleito entre los candidatos punteros del PRI y el PAN, del cual salió favorecido.
Colosio debe en buena medida su posición al peso del apellido y, aunque sale bien evaluado en las encuestas sobre su desempeño como presidente municipal de Monterrey, carece de la experiencia y el respaldo necesario para convertirlo en candidato presidencial.
Incluso, Colosio ya había dicho al dueño del partido, Dante Delgado, que no quería ser incluido en la lista de aspirantes presidenciales, pero sí en la de senadores.
¿Cambió algo en estos meses?
Todo está preparado para que Dante Delgado sea el abanderado del MC; al menos que su salud u otro contratiempo lo descarrilara de esa aspiración.
El MC ha querido sumar a activistas de la sociedad civil y crear sus propios cuadros, pero hasta el momento los que llama “sus cuadros’’, son políticos reciclados de otros partidos en su mayoría.
García y Colosio podrían ser candidatos presidenciales, por supuesto, pero no serán, ninguno de los dos, quien le compita a Morena por la Presidencia con posibilidades reales de ganar.
Hasta ahora, la carrera por la silla presidencial se ve como una parejera.
Introducir con calzador a los emecistas, solo es una distracción.