El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, ha declarado este domingo en una entrevista con Bloomberg que no llevará a cabo toda la reforma judicial prevista inicialmente por su Gobierno, limitándose a modificar la composición del comité de selección de jueces y abandonando cualquier otra medida.
“Eso es básicamente lo que queda, porque otras cosas creo que no debemos legislarlas”, afirmó el primer ministro. Preguntado sobre su próximo paso, señaló que “probablemente sería sobre la composición del comité que elige a los jueces”.
En ese contexto, Netanyahu afirmó que quiere evitar los extremos: o “el tribunal judicial más activista del planeta” o un poder legislativo que pueda “tumbar cualquier decisión que tome el tribunal”. “Tiene que haber un equilibrio. Eso es lo que intentamos restablecer”, subrayó.
Durante varios meses los israelíes han protestado contra la controvertida reforma judicial que, según los críticos, dará pie a una deriva autoritaria. El proyecto de ley otorgaría al Gobierno una influencia decisiva en la selección de los jueces, limitando el alcance de la Corte Suprema para derogar leyes o fallar en contra del Ejecutivo.
El pasado 24 de julio, el Parlamento israelí aprobó la primera ley de la reforma judicial que limita el poder del Tribunal Supremo para anular decisiones del Gobierno.