El ministro de Defensa chino, Li Shangfu, visitará Rusia y Bielorrusia esta semana, según informó su ministerio el lunes, en un momento en que las relaciones entre Beijing y Moscú florecen con visitas de alto nivel y llamadas telefónicas.
Los lazos se han mantenido cordiales en los últimos años, en los que China se ha negado a pronunciarse en contra de la ampliamente condenada invasión rusa de la vecina Ucrania.
El ministro pronunciará un discurso en una conferencia y mantendrá encuentros con representantes de Defensa de Rusia y otros países, anunció el portavoz del Ministerio de Defensa, Wu Qian.
“Por invitación del ministro de Defensa ruso (Sergei) Shoigu y del ministro de Defensa bielorruso (Viktor) Khrenin, del 14 al 19 de agosto, el consejero de Estado y ministro de Defensa Li Shangfu viajará a Rusia para asistir a la XI Conferencia de Moscú sobre Seguridad Internacional y visitar Bielorrusia”, declaró un portavoz del ministerio de Defensa chino.
Li se ha negado a mantener reuniones con sus homólogos estadounidenses hasta que Washington levante las sanciones que pesan sobre él, impuestas por su adquisición de tecnología militar rusa.
Un asesor de Vladimir Putin declaró el mes pasado que el presidente ruso tenía previsto visitar China en octubre, y en marzo el presidente Xi Jinping realizó una visita de Estado a Moscú y declaró que las relaciones entre ambos países estaban entrando en una nueva era.
China y Rusia también celebraron maniobras navales conjuntas en julio, mientras Li abogaba por una cooperación bilateral más estrecha entre ambas armadas.
Hablando desde Beijing con Nikolai Yevmenov, jefe de la armada rusa, Li dijo que esperaba que ambos países pudieran “reforzar la comunicación a todos los niveles”, según un comunicado del Ministerio de Defensa chino.
China y Rusia son aliados estratégicos, y ambas partes pregonan con frecuencia su asociación “sin límites” y su cooperación económica y militar.
Sus lazos se estrecharon aún más tras el inicio de la campaña militar rusa en Ucrania en febrero del año pasado y las consiguientes sanciones económicas de Occidente.
La semana pasada, el jefe de la diplomacia china, Wang Yi, habló por teléfono con el ministro ruso de Asuntos Exteriores, Sergei Lavrov, y elogió la “cooperación práctica” entre ambos países.
Beijing ha ofrecido a Putin apoyo diplomático y financiero desde que los tanques rusos cruzaron la frontera e irrumpieron en Ucrania, pero se ha abstenido de participar abiertamente en el conflicto militar y de enviar armas letales.