Al menos 58 personas murieron, nueve de ellas por el derrumbe de un templo hindú, y decenas están desaparecidas tras las intensas lluvias que provocaron inundaciones y corrimientos de tierra en India, informaron este lunes las autoridades.
Las lluvias torrenciales que duraron varios días provocaron inundaciones que arrastraron a su paso vehículos y destruyeron edificios y puentes en los estados de Uttarakhand y de Himachal Pradesh, en la región de los Himalayas, en el norte de India.
Las inundaciones y corrimientos son habituales durante la temporada del monzón en India, pero los expertos aseguran que el cambio climático aumenta su frecuencia y gravedad.
En la región de Himachal Pradesh, la más afectada por las inundaciones, al menos 50 personas murieron en las últimas 24 horas, lamentó el jefe del ejecutivo local, Sukhvinder Singh Sukhu.
Nueve de los fallecidos perecieron por el derrumbe de un templo hindú en la capital del estado, Shimla.
Asimismo, el colapso de un templo en Shimla, capital de Himachal Pradesh, ha costado la vida a 9 personas, mientras que alrededor de 20 o 25 quedaron atrapadas entre los escombros y están siendo buscadas por los equipos de rescate, informó este lunes All India Radio.
Por otro lado, en el distrito de Solan los cimientos de dos casas cedieron, arrastrados por la fuerza de las aguas, dejando un saldo de siete muertos. Al menos cinco personas fueron rescatadas.
“Nunca antes habíamos tenido lluvias con esta intensidad”, lamentó Sukhvinder Singh Sukhu, quien reconoció que el balance de muertos puede aumentar, “ya que hay al menos 20 personas debajo de los escombros”.
“La administración local está trabajando con diligencia para socorrer a las personas que pueden estar atrapadas todavía”, añadió.
En el estado vecino de Uttarakhand, hay al menos ocho fallecidos.
En las zonas más afectadas por las lluvias, las carreteras y la red eléctrica quedaron dañadas, por lo que miles de personas quedaron aisladas. La red ferroviaria también está perturbada.
Durante el monzón el sur de Asia recibe cerca del 80% de las precipitaciones anuales y este fenómeno es vital para la agricultura que es el sustento de millones de personas, pero también provoca destrucción.