Un Tribunal contra el Crimen Organizado de El Salvador condenó a 634 años de prisión a un líder de la Mara Salvatrucha (MS13) por su participación en 23 homicidios y otros delitos, informó este martes Centros Judiciales.
La fuente identificó al pandillero como Amadeo Yovany Hernández Perla, alias “Grillo”, quien también fue procesado por dos casos de proposición y conspiración para cometer el delito de homicidio agravado, organizaciones terroristas, extorsión agravada, robo agravado, hurto y homicidio tentado.
Los hechos fueron perpetrados entre 2011 y 2017 en diferentes municipios del país, indicó Centro Judiciales sin detallar si Hernández Perla fue capturado en el contexto de un régimen de excepción implementado en El Salvador para combatir a las pandillas.
La fuente tampoco precisó los años de cárcel impuestos al líder de la MS13 por cada homicidio cometido.
Recientemente, la Asamblea Legislativa de El Salvador, controlada por Nayib Bukele, aprobó extender por 30 días más la suspensión de varias garantías constitucionales bajo la implementación de un régimen de excepción, “por la reactivación de miembros de pandillas aún en libertad”.
La iniciativa, que fue presentada horas antes de su votación por el ministro de Seguridad, Gustavo Villatoro, fue aprobada por el partido oficialista Nuevas Ideas (NI) y sus aliados en el órgano Legislativo al sumar 67 votos de los 84 diputados, sin debate previo.
De acuerdo con cifras divulgadas por fuente oficiales, esta medida ha dejado a más de 72.000 personas detenidas, a las que el Gobierno acusa de pertenecer a las pandillas, mientras que organizaciones humanitarias dan cuenta de más de 5.000 “víctimas directas” de atropellos a derechos humanos, principalmente por detenciones arbitrarias.
La Iglesia católica pidió al gobierno de El Salvador que evite encarcelar a inocentes en el marco de la “guerra” contra las pandillas.
Bukele lanzó en marzo de 2022 su guerra contra las pandillas, al amparo de un régimen de excepción aprobado por el Congreso dominado por el oficialismo, en respuesta a una escalada de 87 homicidios en un fin de semana.