La Unión Africana (UA) se mostró en contra de una intervención militar en Níger en el marco de las tensiones regionales por el posible despliegue de fuerzas militares por parte de la Comunidad Económica de Estados del África Occidental (Cedeao) tras el golpe de Estado en el país.
El presidente de la Comisión de la UA, Moussa Faki Mahamat, había dado su “firme apoyo” el pasado viernes a las decisiones tomadas por los jefes de Estado de la Cedeao. Sin embargo, según fuentes diplomáticas, surgieron diferencias sobre el posible despliegue durante una reunión de urgencia celebrada el lunes en Adís Abeba, capital de Etiopía.
La UA coincidió con los representantes de la Cedeao en exigir a la junta golpista el retorno al orden constitucional y tomó la decisión de suspender todas sus actividades en Níger, según informó este miércoles el portal de noticias ActuNiger.
Esta posición de disconformidad con la Cedeao, que celebrará una reunión extraordinaria el jueves y el viernes en la capital de Ghana, Accra, sobre el posible despliegue, tendría que haberse formalizado a lo largo de la jornada mediante un comunicado de prensa, si bien por el momento la UA guarda silencio, de acuerdo al diario ‘Le Monde’.
Aunque la Cedeao sigue decidida a resolver la crisis por la vía “pacífica”, el anuncio de poner en marcha una fuerza regional implica ‘de facto’ un primer paso hacia la hipotética intervención. El bloque ya amenazó con ella tras el golpe e incluso dio un ultimátum a la junta militar para renunciar al poder.
Las Fuerzas Armadas ghanesas confirmaron así que el encuentro durará dos días y no tres, como una fuente cercana a la Cedeao, que quiso mantener el anonimato, había asegurado este martes.
Ésta será la segunda reunión de los jefes de Estado Mayor de los países de la Cedeao, después del encuentro mantenido a principios de agosto en Abuya, capital de Nigeria y sede de la organización, donde empezaron a trazar un plan para un eventual uso de la fuerza en Níger.
Hasta el momento, la junta militar golpista de Niamey ha hecho caso omiso a las amenazas y, además de nombrar a un nuevo primer ministro, formar un gobierno transitorio, reforzar su dispositivo militar y cerrar el espacio aéreo, ha advertido de que el uso de la fuerza tendrá una respuesta “instantánea” y “enérgica”.
Las posibles acciones militares han dividido a la región, donde los gobiernos de Nigeria, Benín, Costa de Marfil y Senegal han confirmado de una manera clara la disponibilidad de sus ejércitos para intervenir en territorio nigerino.
Por contra, Mali y Burkina Faso se oponen al uso de la fuerza, mientras también han mostrado su rechazo y su preferencia por el diálogo Guinea-Conakri, Argelia, Chad y Cabo Verde.