El Gobierno chileno informó este lunes que dos personas fallecieron en las últimas horas y cerca de 30.000 se encuentran aisladas debido al temporal que desde el fin de semana afecta a diversas regiones del centro y sur del país.
El número de personas aisladas, por su parte, aumentó considerablemente en las últimas horas desde las 5.500 a casi 30.000 por el corte de un puente en la región del Maule, más de 250 kilómetros al sur de Santiago
El aumento, explicó Monsalve, “debe fundamentalmente a la pérdida de conectividad en el Puente 3 Arcos, en la provincia de Linares, que dejó sólo por afectación del puente a poco más de 24.000 personas aisladas, lo que modificó sustancialmente el número de personas aisladas a nivel nacional”.
Según el último reporte del Comité de Gestión del Riesgo de Desastres (Cogrid), hasta el momento han sido evacuadas de manera preventiva cerca de 19.000 personas, 169 viviendas presentan daño mayor y hay 25 zonas con alerta roja por amenaza de desborde.
Además, se han suspendido las clases en una veintena de localidades de la zona centro-sur del país.
Ante este panorama, el presidente Gabriel Boric decretó este lunes el estado de catástrofe desde la región de O’Higgins cerca de Santiago hasta la del Biobío.
“Esto permite una mayor facilidad y fluidez de los recursos, teniendo todos los resguardos necesarios”, dijo el mandatario al anunciar la medida durante un recorrido por la región de Maule, donde llueve desde el fin de semana y que continuará con precipitaciones en los próximos días.
El gobierno ya había decretado catástrofe durante el temporal anterior, que también afectó a la mina El Teniente de la cuprífera estatal Codelco, ubicada en una zona cordillerana cerca de Santiago en la región de O’Higgins. El evento actual no ha provocado disrupciones hasta ahora, según la empresa.
Las lluvias han caído con fuerza en zonas cordilleranas, lo que aumenta los riesgos de crecida de ríos, deshielos, derrumbes y deslizamiento de tierra, alertaron las autoridades.
Se trata del segundo episodio de intensas precipitaciones que deja el invierno austral en la zona centro-sur del país tras el ocurrido a finales de junio, que dejó miles de afectados.