La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) arremetió este lunes contra la dictadura de Nicolás Maduro por “ataques a la libertad de asociación” después de que hubiera intervenido la Cruz Roja y el Partido Comunista de Venezuela.
Hace unos días el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) venezolano cambió a la directiva de la Cruz Roja local y la del Partido Comunista, férreo opositor a Maduro, como ya hizo en el pasado con otras formaciones opositoras.
Según la CIDH, estas decisiones judiciales “de carácter arbitrario no solo afectan la libertad asociación y la participación política libre de discriminación, sino que profundizan la desconfianza en el sistema electoral”.
Días atrás, la Cruz Roja Internacional expresó “serias preocupaciones” por la destitución de su presidente en Venezuela. “Cualquier intervención gubernamental en nuestras Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja suscita serias preocupaciones en cuanto a su independencia y trabajo humanitario (…) y será tratado con la mayor importancia”, declaró la organización.
Una sentencia divulgada por el TSJ ordenó “el cese” del presidente de la Cruz Roja Venezolana, Mario Villarroel, de 75 años, que llevaba 45 años en el cargo. La autoridad judicial -afín al régimen chavista- acusó a Villarroel de “acoso y maltrato” a voluntarios y trabajadores.
La medida fue tomada después de que Diosdado Cabello, número dos del régimen y primer vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) tras el dictador Nicolás Maduro, acusara a Villarroel de “conspirar” contra el régimen y de “actividad mafiosa” en el manejo de fondos.
El máximo tribunal de la dictadura, en tanto, designó a Ricardo Cusanno, ex presidente de la patronal Fedecámaras, como responsable de reorganizar y modernizar la estructura y el funcionamiento de la organización.
En el caso del Partido Comunista, por su parte, los dirigentes tradicionales del PCV advirtieron la semana pasada que preparan acciones de respuesta ante la intervención judicial del chavismo.