Luego del paso de la tormenta tropical Hilary, la gobernadora de Baja California, Marina del Pilar Ávila Olmeda, continuó con las labores de revisión y supervisión a la atención de los daños presentados en todo el Estado, a través de la comunicación directa con las autoridades estatales y federales para darles apoyo y acompañamiento a todas las personas, especialmente a las que se encuentran en condición de vulnerabilidad.
La mandataria estatal resaltó el apoyo del Gobierno de México, que encabeza el presidente Andrés Manuel López Obrador, a través de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), la Secretaría de Marina (SEMAR) y la Guardia Nacional (GN), mismas que se desplegaron en los siete municipios de la entidad para aplicar el Plan DN III y poner en marcha diversas acciones de apoyo a la sociedad tras el paso de la contingencia meteorológica.
Como parte de sus actividades, la gobernadora Marina del Pilar visitó el municipio de San Felipe y sostuvo un encuentro con el presidente del Concejo Municipal Fundacional, José Luis Dagnino López, quien resaltó el apoyo del Gobierno de Baja California y planteó la necesidad de fortalecer la infraestructura de la zona turística del puerto para evitar inundaciones, por lo que se pondrá en marcha en ese sentido un plan de trabajo por parte de la Secretaría de Infraestructura, Desarrollo Urbano y Reordenación Territorial (SIDURT).
En cuanto a las incidencias derivadas de la tormenta, la gobernadora explicó que la mayoría estuvieron relacionadas con incidentes en el suministro eléctrico, afectando a un importante número de personas especialmente en los municipios de Mexicali y San Felipe, sin embargo, hasta la tarde de este lunes se registra un avance significativo en las labores de reparación de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), por lo que el tema se resolverá a la brevedad.
Por otro lado, la gobernadora destacó que, como parte de la red de más de 100 refugios habilitados por parte de las autoridades estatales y municipales, se albergó a más de 500 personas, mismas que contaron con un espacio para estar seguras mientras pasaban las lluvias y vientos que rondaron los 100 kilómetros por hora en el territorio continental y hasta 150 kilómetros por hora en Isla de Cedros, donde ya se comenzó con las labores de limpieza.