Los líderes de los Estados miembro de los BRICS acordaron durante la segunda jornada de la cumbre que los reúne en Johannesburgo la apertura del grupo a nuevas potencias emergentes.
Naledi Pandor, el ministro sudafricano de Relaciones Exteriores precisó que todos se encontraron de acuerdo con la expansión, adoptando en un documento las diferentes líneas directrices, los principios y los procesos y examenes a los cuales se someteran los países que deseen convertise en miembros de los BRICS.
La apertura del bloque era un tema que llevaba tiempo en debate y que, inclusive, ya había iniciado. Hasta el momento, unos 40 países manifestaron su interés de sumarse mientras que 23 de ellos -Argentina, Irán, Arabia Saudita, Bolivia, Cuba, Honduras, Venezuela, Argelia e Indonesia, entre otros- hasta avanzaron en expresiones formales con el anhelo de convertirse en la nueva inicial que se sume a la sigla en los próximos años.
China fue uno de los principales promotores de esta idea, que constituye un bastión clave en sus planes expansionistas. “Los BRICS deben obrar en favor del multilateralismo y no crear pequeños bloques. Debemos integrar a otros países en la familia de los BRICS”, mencionó en su discurso Xi Jinping.
Brasil también se sumó a esta postura aunque, en su caso, se trató más bien de una cuestión estratégica. Con miras a conseguir el respaldo de Beijing en el Consejo de Seguridad de la ONU para convertirse en un miembro permanente con voz y voto, Lula da Silva sostuvo al inicio del encuentro que “los BRICS no pueden ser un club cerrado”.
Algo similar planteó el presidente sudafricano Cyril Ramaphosa, quien ya había manifestado su apoyo a la idea incluso antes del inicio de la cumbre y la víspera dijo que la gran convocatoria para el ingreso de una nueva potencia “muestra que la familia de los BRICS gana en importancia, estatura e influencia en el mundo”.
Algo similar planteó el presidente sudafricano Cyril Ramaphosa, quien ya había manifestado su apoyo a la idea incluso antes del inicio de la cumbre y la víspera dijo que la gran convocatoria para el ingreso de una nueva potencia “muestra que la familia de los BRICS gana en importancia, estatura e influencia en el mundo”.
Los BRICS reafirman una vez más su posición “no alineada” y su reivindicación dentro de un mundo multipolar con acentuadas divisiones internacionales, surgidas de la coyuntura política y social.