Los inusuales ataques comenzaron en la noche del miércoles en una zona comercial de Quito, aunque no hubo víctimas.
Cuatro coches bomba explotaron en Ecuador durante la noche con pocas horas de diferencia sin herir a nadie, dijo la policía el jueves, pero sirvieron para subrayar la frágil seguridad del país sudamericano.
La Policía Nacional de Ecuador dijo que dos de las bombas explotaron en Quito, la capital, mientras que las otras dos explotaron en una provincia que limita con Perú. Las explosiones ocurrieron tres semanas después del asesinato de un candidato presidencial ecuatorianos sacudidos.
Lasso comentó que los actos violentos son una reacción a una acción. La acción es poner orden en las cárceles.
Lasso, quien convocó elecciones anticipadas en medio de un intento de juicio político en su contra, ha sido duramente criticado por no controlar la creciente violencia en las calles y en las prisiones, pero se ha defendido diciendo que entregó equipos a la fuerza pública para combatir el crimen.
El derramamiento de sangre se puso de relieve con el asesinato a principios de agosto del candidato presidencial anticorrupción Fernando Villavicencio cuando salía de un evento de campaña en Quito.
La agencia penitenciaria SNAI realizó el miércoles operativos en la cárcel de Cotopaxi, aunque no confirmó el traslado de presos. Lasso dijo que el operativo en la cárcel de Cotopaxi tenía como objetivo confiscar armas, municiones y explosivos.
Los traslados de líderes de las bandas han causado disturbios en las cárceles de Ecuador, que están en estado de excepción desde julio. El SNAI no hizo comentarios el jueves.
También se reportó la víspera incidentes de seguridad en el penal de Turi, en Cuenca.
El secretario de Seguridad, Wagner Bravo, dijo a una radio local que algunos agentes penitenciarios y policías estaban retenidos en esa prisión en Cuenca, pero sin dar detalles.
Bravo añadió que las explosiones en Quito podrían estar relacionadas con el traslado de presos.
Seis sospechosos fueron arrestados por el primer atentado. Tanto el coche que explotó como el que sirvió para que los sospechosos pretendieran huir habían sido denunciados como robados, según la policía.
Un segundo vehículo, que contenía dos cilindros de gasolina y una mecha lenta, explotó la madrugada del jueves cerca de una actual oficina de la agencia penitenciaria, reportó la policía.
