China ha expresado su oposición durante las reuniones de la cumbre de líderes del G20 que se celebran entre el sábado y este domingo en Nueva Delhi a que Estados Unidos presida el grupo de las veinte principales economías mundiales en 2026.
La delegación china, encabezada por el primer ministro, Li Qiang, pues el presidente Xi Jinping declinó asistir a la cumbre sin explicar los motivos, expresó oposición a que EE.UU. tome los mandos del grupo dentro de tres años, según una fuente cercana a las discusiones internas, que no está autorizada a comentarlas públicamente. “Sus intentos de presentar objeciones no ganaron tracción”, añade la fuente.
En ese sentido, el comunicado final del grupo subraya: “Esperamos con ganas vernos en Brasil en 2024 y en Sudáfrica en 2025, así como en Estados Unidos en 2026 al comienzo del siguiente ciclo”.
Brasil, Sudáfrica y EE.UU. presidirán el grupo en los próximos tres años, un cargo que implica dirigir la agenda de las discusiones y ejercer de anfitrión de las reuniones ministeriales y la cumbre de líderes.
La oposición de China es una nueva evidencia de las tensiones entre las dos superpotencias, enfrentadas por asuntos como Taiwán, isla autogobernada que Pekín no descarta invadir y que Washington en principio defendería, o cuestiones comerciales y tecnológicas.
En contraste con la puja entre bambalinas para desbancar a Estados Unidos como líder del grupo en 2026, el primer ministro chino hizo un llamamiento por la “unidad en vez de la división” y la “cooperación en lugar de la confrontación” en su discurso la víspera en una de las sesiones de la cumbre.
Mientras, la ausencia de Xi ha sido interpretada como una reacción a las tensiones entre China e India y a la posibilidad de que Pekín pretenda elevar la relevancia de otras asociaciones en las que tiene más influencia, como los BRICS, para hacer contrapunto a la incidencia de EE.UU. en grupos como el G20.
En agosto, los BRICS (Brasil, Rusia, la India, China y Sudáfrica), acordaron la inclusión de seis nuevos socios en 2024: Arabia Saudita, Argentina, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Etiopía e Irán, una expansión promovida especialmente por Pekín.
Un artículo del diario oficialista chino Global Times destaca este fin de semana la “disminución del consenso” y el “aumento de divergencias” entre las potencias en el marco del G20, y advierte que este “podría ser secuestrado por unos pocos países”, sin aludir directamente a EE.UU.
No obstante, destaca que el G20 “continúa siendo una importante plataforma para la cooperación internacional (…) con el aumento de la contribución de países en desarrollo como China, India y naciones africanas”.