Expertos en derechos humanos respaldados por la ONU dicen que los crímenes de guerra continúan en Etiopía a pesar de un acuerdo de paz firmado hace casi un año para poner fin a un conflicto que afectó a la región norteña de Tigray del país. La violencia ha dejado al menos 10.000 personas afectadas por violaciones y otros tipos de violencia sexual, en su mayoría mujeres y niñas, según descubrieron.
Advirtieron sobre los “riesgos característicos” de que la violencia pueda extenderse aún más, producir más “crímenes atroces” y poner en peligro la seguridad en general en África Oriental. Con una población multiétnica de unos 120 millones de habitantes, Etiopía es, con diferencia, el país más poblado de la región.
El informe de los expertos, publicado el lunes, se produce en el contexto de un futuro incierto para el equipo de investigadores que lo redactó: el Consejo de Derechos Humanos de la ONU decidirá a principios del próximo mes si extiende el mandato del equipo frente a los esfuerzos de al gobierno etíope del Primer Ministro Abiy Ahmed para ponerle fin.
La violencia estalló en noviembre de 2020 y se centró en gran medida, aunque no exclusivamente, en la región norte de Tigray, que durante meses estuvo aislada del mundo exterior. El informe cita atrocidades cometidas por todos los bandos de la guerra, incluidos asesinatos en masa, violaciones, hambruna y destrucción de escuelas e instalaciones médicas.
Mohamed Chande Othman, presidente de la comisión internacional de expertos en derechos humanos en Etiopía, dijo que la situación sigue siendo “extremadamente grave” a pesar del acuerdo de paz firmado en noviembre.
En declaraciones a los periodistas en Ginebra, dijo que los patrones de graves violaciones de derechos y la creciente “securitización” en Etiopía “conlleven riesgos característicos de nuevos crímenes atroces”.
El informe dice que las tropas de la vecina Eritrea, que según la comisión eran los peores infractores, y los miembros de la milicia Amhara de Etiopía continúan cometiendo graves violaciones en Tigray, incluida la “violación sistemática y violencia sexual de mujeres y niñas”.
Citando estimaciones consolidadas de siete centros de salud sólo en Tigray, la comisión dijo que más de 10.000 supervivientes de violencia sexual buscaron atención entre el inicio del conflicto y julio de este año.
Pero en Etiopía han faltado rendición de cuentas y confianza en el sistema de justicia.
La comisión dijo que sólo conoce 13 casos de tribunales militares completados y 16 pendientes que abordan la violencia sexual cometida durante el conflicto.
Las cifras del informe ofrecen una mirada amplia a un conflicto que se sabía que estaba plagado de casos de violencia sexual, incluso después de la firma del acuerdo de paz.