El Departamento de Defensa de Estados Unidos y el Grupo de Trabajo de Fenómenos Aéreos No Identificados (UAPTF, por sus siglas en inglés) reportaron 144 avistamientos relacionados a fenómenos aéreos no identificados entre 2004 y 2021, de los cuales la mayoría se produjo en los últimos dos años.
Así lo dio a conocer la administración de Joe Biden a través de un reporte público acompañado de una docena de videos, así como de 80 casos más, donde detalló que la información provenía de fuentes del gobierno de los Estados Unidos.
“Algunos UAP parecían permanecer estacionarios con vientos en altura, moverse contra el viento, maniobrar abruptamente o moverse a una velocidad considerable, sin un medio de propulsión discernible; en un gran número de casos, los sistemas de aeronaves militares procesaron energía de radiofrecuencia (RF) asociada con avistamientos de UAP”, detalló el informe.
A su vez, resaltó que la presencia de los objetos no identificados se presentó en mayor parte alrededor de campos de entrenamiento y pruebas en EU, “pero evaluamos que esto puede deberse a un sesgo de recopilación”.
Asimismo, el documento rescata que en 18 incidentes, descritos en 21 informes, “los observadores informaron patrones de movimiento o características de vuelo inusuales de los UAP”.
Además, al encuentro con estos objetos, de acuerdo con la mayoría de informes, interrumpieron entrenamientos planificados previamente u otras actividades militares.
El grupo de trabajo subrayó que existen cinco posibles categorías explicativas relacionadas con los avistamientos como son: el ruido en el aire, fenómenos atmosféricos naturales, programas de desarrollo de la industria o del gobierno de los Estados Unidos, sistemas adversarios extranjeros y un conjunto general de “otros”.
Por otro lado, afirmaron que “se necesitan análisis rigurosos adicionales por parte de múltiples equipos o grupos de expertos técnicos para determinar la naturaleza y validez de estos datos: estamos realizando más análisis para determinar si se han demostrado tecnologías innovadoras”.
Y es que pese a los diversos reportes de OVNI, la UAPTF consideró que los estigmas socioculturales y las limitaciones de los sensores siguen siendo obstáculos para la recopilación de datos sobre UAP.
“Aunque algunos desafíos técnicos, como cómo filtrar adecuadamente el desorden de radares para garantizar la seguridad del vuelo de las aeronaves militares y civiles, son de larga data en la comunidad de la aviación, mientras que otros son exclusivos del conjunto de problemas de UAP”, reconoció.
Dentro del mismo reporte, se da a conocer la recopilación y presentación de informes sobre fenómenos aéreos no identificados, entre estos se encuentra el incidente ocurrido en 1977 en Finlandia en el que participó personal militar que utilizó interferencias de frecuencias de adición (RF) en la exposición a UAP.
Así como el caso del Dr. Paul R. Hill, ingeniero aeronáutico de la vieja escuela, quien comenzó a recoger y analizar pruebas de OVNIS en la década de 1910, pero no pudo publicar nada de lo que había descubierto mientras trabajaba como físico de ingeniería aeronáutica y propulsión en la NASA y en su predecesora, la National Advisory Cumininee of Actunautics.
En tanto, el Departamento de Inteligencia precisó que trabaja “con la misión de detectar, analizar y catalogar Fenómenos Anómalos No Identificados (UAP), (pues) esto podría representar una amenaza potencial para la seguridad nacional de Estados Unidos”
“Actualmente carecemos de datos que indiquen que algún UAP sea parte de un programa de recolección extranjero o sea indicativo de un avance tecnológico importante por parte de un adversario potencial. Seguimos monitoreando la evidencia de tales programas dado el desafío de contrainteligencia que plantearían”, finalizó.