La nueva ley promulgada por el estado de Connecticut se convirtió en la más radical desde la legislación implementada en 2013 tras el trágico tiroteo en la escuela primaria de Sandy Hook el 14 de dicieimbre de 2012, que cobró la vida de 26 personas.
A pesar de los desafíos legales en curso en todo el país, los defensores de un mayor control de armas se comprometen a seguir impulsando este tipo de legislaciones.
La ley, que fue firmada por el gobernador demócrata Ned Lamont en junio, prohíbe el porte visible de armas de fuego y limita la venta de más de tres pistolas a una sola persona en un período de 30 días, con algunas excepciones para instructores y otras circunstancias específicas.
También endurece las penas para ciudadanos con antecedentes graves de tenencia ilegal de armas, amplía la prohibición de armas de asalto, refuerza las sanciones por posesión de cargadores de gran capacidad, establece normas más estrictas para el almacenamiento seguro de armas y añade algunos delitos de violencia doméstica a la lista de prohibiciones para la posesión de armas.
Jeremy Stein, director ejecutivo de Connecticut Contra la Violencia Armada, declaró: “No nos detendremos, no podemos parar ahora, y continuaremos aprobando leyes que salvan vidas hasta que pongamos fin a la violencia armada en Connecticut. Nuestras vidas dependen de ello”.
Por su parte, el senador estatal demócrata de New Haven, Martin Looney, calificó la legislación como una iniciativa muy significativa y advirtió que la lucha aún no ha terminado.
Looney busca imponer límites adicionales a las compras mensuales de armas y la implementación de la tecnología de microetiquetado de munición para ayudar a las fuerzas del orden a rastrear el origen de las balas.
El gobernador Lamont también ha expresado su interés en colaborar con otros gobernadores del noreste para desarrollar legislación similar, reconociendo los desafíos que enfrentan los estados individuales para abordar la evolución rápida de la tecnología y las cuestiones de control de armas dentro de sus fronteras.
Además de Connecticut, que cuenta con algunas de las leyes de armas más estrictas de Estados Unidos, otros estados, como California, Washington, Colorado y Maryland, han aprobado leyes de armas este año que enfrentan desafíos legales.