En un fenómeno astronómico que marcará la agenda de los entusiastas del cielo y los amantes de la ciencia en todo el país, la población mexicana tendrá la oportunidad de observar dos eclipses, uno en los próximos días y el siguiente 5 meses y 22 días después.
Por primera vez en la historia reciente, las y los mexicanos serán testigos de dos eventos solares únicos: un eclipse solar anular que ocurrirá el próximo 14 de octubre y un eclipse solar completo para el 8 de abril de 2024.
La oportunidad de presenciar dos eclipses solares en un período tan corto de tiempo es excepcional y emocionante para astrónomos, científicos y el público en general.
El 14 de octubre de 2023, un eclipse anular hará que en Campeche y la península de Yucatán se forme un aro de fuego alrededor de la Luna y que el sol se oscurezca en aproximadamente 90 por ciento.
En la CDMX se visualizará desde aproximadamente las 9:30 horas y su punto máximo será a las 11:09 horas, momento en el que el sol alcanzará un 69.7 por ciento de oscuridad.
Los Gobiernos de distintos estados de la república han informado sobre la adaptación de espacios para que las personas puedan observar el fenómeno de manera segura.
Por su parte, el 8 de abril de 2024 (cinco meses y 22 días después) habrás otro eclipse en México, ahora total, que hará que en Sinaloa, Durango y Coahuila, la luz solar se esfume del todo y que, durante poco más de cuatro minutos, se haga de noche en pleno día.
El puerto mexicano de Mazatlán y sus alrededores serán las ubicaciones ideales para observar el evento del 2024.
“A lo largo del camino de la umbra, primero se observará un eclipse parcial, ya que inicialmente la Luna tapará solo una fracción de la superficie solar. En Mazatlán, el eclipse iniciará a las 10:51:22. La fase total del eclipse empezará a las 12:07:24 y terminará a las 12:11:43, justo cuando el Sol estará en el cenit, o sea en el punto más alto en el cielo”, informó la UNAM.
Si te estás preguntando cómo es posible que un objeto tan relativamente pequeño como la Luna pueda tapar al Sol, en especial si consideramos que éste es tan voluminoso que, en su interior, ella cabría unas 65 millones de veces, el profesor osé Franco, del Instituto de Astronomía de la UNAM, tiene la respuesta.
Lo que sucede, explicó, es que, en el firmamento, ambos parecen de tamaño idéntico. Esto se debe a que, aunque nuestro satélite posee un diámetro 400 veces menor al del astro, también está 400 veces más cerca. Es como si colocáramos a lo lejos un balón de soccer, tomáramos una canica entre nuestro pulgar e índice y la acercáramos a nuestro ojo justo hasta el punto donde ésta luce igual de grande que la pelota. A este delicado balance entre dimensión y percepción se le denomina diámetro angular y es lo que permite a la Luna ocultar al Sol, casi de manera exacta, al transitar frente a él.
“Sin embargo, la órbita lunar es una elipse elongada y no un círculo perfecto y eso hace que unas veces se encuentre más lejos y otras más cerca de la Tierra y, por lo mismo, si la Luna se cruza con el Sol cuando está en una posición distante su tamaño aparente será menor al del astro y casi lo tapará, mas no del todo, y dará la impresión de tener un halo luminoso por encima de su contorno” agregó.
“A esto se le llama eclipse anular. Por el contrario, si ella pasa por enfrente cuando está en una posición cercana, ocultará al disco solar de forma completa, el cielo se oscurecerá cual si fuese noche, habrá estrellas y tendremos uno total”, aseveró.