Decenas de manifestantes en Guatemala llegaron este lunes a la vivienda de la fiscal general y jefa del Ministerio Público (Fiscalía), Consuelo Porras Argueta, para exigir su dimisión por inmiscuirse en el proceso electoral.
Los manifestantes, entre gritos y consignas, se presentaron en una de las residencias con seguridad privada de la fiscal general.
Los inconformes piden la dimisión de la jefa del Ministerio Público por intentar modificar los resultados de las elecciones celebradas en junio y agosto pasado, ganadas por Bernardo Arévalo de León.
En total, son alrededor de 200 personas las que esperan afuera del residencial privado con garita de seguridad, ubicado en un sector en el oeste de Ciudad de Guatemala.
Los manifestantes han advertido que la protesta es pacífica, pero quieren corroborar si Porras Argueta se encuentra dentro de su vivienda.
“¡El pueblo, unido, jamás será vencido!”, es una de las consignas de la multitud en las afueras del lugar.
Porras calificó de ilegales y vulgares los bloqueos que han permanecido durante una semana en el país para exigir su renuncia y pidió al Poder Ejecutivo acciones contra los manifestantes”.
Porras hizo un llamado al organismo ejecutivo, dirigido por el presidente Alejandro Giammattei, para que por medio de las fuerzas de seguridad “actúe de forma inmediata” para liberar los pasos carreteros y las sedes de la Fiscalía que se mantienen bloqueadas desde el pasado 2 de octubre.
Al menos 80 carreteras del país centroamericano amanecieron bloqueadas este lunes por octavo día consecutivo, debido a que diversos sectores de la población, encabezados por organizaciones indígenas y campesinas, exigen la renuncia de Porras, a quien acusan de intentar revertir los resultados electorales de este año.
La toma de carreteras y las manifestaciones permanentes se desataron después de que la Fiscalía decidiera allanar por cuarta ocasión la sede del Tribunal Supremo Electoral y secuestrar los resultados de los comicios del pasado 20 de agosto, por un supuesto caso de anomalías.
Desde el 12 de julio, la cúpula de la Fiscalía ha empleado su fuerza para intentar cancelar al Movimiento Semilla, partido del presidente electo, Bernardo Arévalo de León.
Arévalo de León ha reiterado desde el pasado 1 de septiembre que la fiscal Porras encabeza un golpe de Estado en curso, que tiene como objetivo evitar que asuma la presidencia el próximo 14 de enero.