El Consejo Constitucional (CC) de Chile debate este lunes en plenaria si ratificar o rechazar las propuestas de solución a 32 observaciones aprobadas por la Comisión Mixta (CM) de ese ente legislativo y que darían paso a los últimos cambios por realizar al proyecto de la nueva carta magna chilena.
Si el Pleno de CC ratifica las enmiendas presentadas por la CM, se anexarán de inmediato estos cambios al polémico proyecto de texto fundamental que tratan de elaborar en Chile para poner fin a la llamada Constitución del dictador Augusto Pinochet (1973-1990), que aún sigue vigente en el país suramericano.
Los temas que aún quedan pendientes debido a la falta de consensos serían los más controvertidos y donde habría más dificultad en llegar a un acuerdo final por los constitucionalistas. Si esta fase logra concretarse, la propuesta de nueva Constitución sería presentada a la población para que sea sometida a plebiscito el próximo 17 de diciembre.
Pese a que la Comisión Experta del CC sugirió eliminar algunas de las normas controvertidas, el fin de semana la CM aprobó sin unanimidad artículos como: la exención del pago de contribuciones para inmuebles; la expulsión de migrantes en condiciones de ilegalidad; la paridad de oportunidades para mujeres y hombres en candidaturas de elección popular y distintos ámbitos de la vida; el acceso y financiamiento del Estado a un sistema educativo gratuito; la objeción de conciencia; la declaración de estado de excepción “por actos terroristas” y la reelección de autoridades.
Para que sea aprobado el informe de la CM, los cambios sugeridos deberán ser avalados por al menos 30 votos del Pleno del CC. La probabilidad de que esto ocurra está en manos de los constitucionalistas de derecha que tienen la mayoría de representantes, con 11 consejeros de Chile Vamos y 22 del ultraderechista Partido Republicano.
Si resulta positiva esta enmienda, el último paso será la votación final del texto completo previsto para el próximo jueves 26 de octubre, y si es avalada, se le entregará al jefe de Estado, Gabriel Boric, quien deberá hacer la convocatoria formal al plebiscito.
El nuevo proceso constitucional chileno, después del infructuoso que le antecedió, ha sido ampliamente criticado por sectores progresistas de la ciudadanía que advierten que la nueva Constitución podría ser peor que la actual, debido a que blindaría el accionar de la ultraderecha sin importar vulnerar los derechos fundamentales, además de imponer un texto retrógrado bajo los intereses del fundamentalismo religioso del Opus Dei, según explica la periodista chilena María Olivia Mönckeberg.