Panamá rechazará todos los nuevos proyectos mineros, dijo el presidente el viernes, mientras su gobierno defiende un controvertido contrato que extiende las operaciones por dos décadas en una importante mina de cobre que ha provocado crecientes protestas exigiendo su cancelación.
El presidente Laurentino Cortizo anunció que las nuevas restricciones mineras se aplicarán tanto a proyectos mineros futuros como a aquellos que actualmente buscan permisos.
“Todos ellos serán rechazados”, escribió en una publicación en X. “Esta prohibición entrará en vigor a partir de hoy”.
La abrupta pausa minera se produce apenas una semana después de que Cortizo elogiara el contrato revisado que permite a la unidad local de la canadiense First Quantum (FM.TO) continuar operando su lucrativo proyecto Cobre Panamá.
La concesión ampliada de First Quantum para la extensa mina a cielo abierto garantiza a las arcas estatales al menos 375 millones de dólares al año y le permite operar durante al menos 20 años más, con la posibilidad de nuevas extensiones.
Miles de manifestantes han salido a las calles para criticar el acuerdo, así como los costes medioambientales de la mina, y exigir su retirada.
Más temprano el viernes, el ministro de Economía, Héctor Alexander, se hizo eco del apoyo de Cortizo al contrato.
“Panamá es un país minero”, dijo Alexander, argumentando que sin la mina, la economía del país apenas crecería este año, frente al robusto crecimiento del 6% que estima el gobierno.
La mina Cobre Panamá por sí sola representa casi el 5% de la economía de Panamá. El máximo tribunal de Panamá acordó considerar una segunda demanda impugnando el contrato.