El ingeniero Francisco Solares, presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), consideró que el 100% de las estructuras e infraestructura del puerto de Acapulco y poblaciones aledañas, están dañadas en mayor o menor intensidad, algunas con pérdida total, tras el embate del huracán Otis.
Solares destacó la urgencia de las labores de rescate y ayuda humanitaria en esta etapa de emergencia, afirmando que “todavía no se supera”.
“Hay muchas comunidades en los cerros que desaparecieron por completo“, lamentó.
Una de las principales preocupaciones, dijo, es la magnitud de los daños y el tiempo necesario para la recuperación. El presidente de CMIC mencionó la estimación de al menos cinco años para restablecer las condiciones perdidas debido al huracán Otis. Al respecto, comentó:
“Hay factores importantes que afectarán la reconstrucción del puerto. Uno de ellos es el turismo. Los ingresos de todo el Estado de manera importante provienen del puerto de Acapulco. El 80% de los ingresos de la economía del Estado provienen de Acapulco”.
“Las visitas turísticas al puerto de Acapulco seguramente tardarán en volver a como estaban por lo menos un año, año y medio, en lo que la gente pueda regresar de manera turística y con una derrama turística importante”, agregó.
Destacó otro factor significativo: la fuerza de trabajo. Solares compartió que para abordar este tema tuvo una reunión con la secretaria de Economía, Raquel Buenrostro Sánchez, durante la cual planearon la reconstrucción junto a proveedores, cementeras y acereras.
“Todos estamos en la mejor disposición de colaborar y de aportar nuestro trabajo, pero es una cantidad de dinero muy importante y que no se puede en este momento disponer de ella, tardará sobre todo por la mano de obra”, señaló.
En cuanto a la financiación necesaria para llevar a cabo la reconstrucción, el ingeniero Solares señaló la importancia de la inversión privada y las políticas gubernamentales que permitan una reconstrucción ordenada. Además, destacó la necesidad de prevenir futuros desastres, considerando que Acapulco es una zona sísmica que podría experimentar terremotos en el futuro.
Señaló que la reconstrucción no solo implica la restauración de edificios y la infraestructura turística, sino también la planificación del desarrollo urbano. El ingeniero Solares indicó que se debe considerar el ordenamiento y el desarrollo sustentable de Acapulco para prevenir futuras tragedias.
Sin embargo, el proceso de reconstrucción todavía no inicia, pues actualmente se mantiene la etapa de emergencia, aclaró. “Lo que se está haciendo es todavía para salvar vidas. Todavía no hay agua, hay escasez de alimentos importante”, dijo y afirmó que las despensas que se han recolectado hasta el momento para la población son insuficientes para cubrir las necesidades básicas de todos y todas las personas afectadas.