Jorge Romero Herrera, presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) en la Cámara de Diputados, informó que en tanto se resuelva la atención a los estragos provocados por el huracán Otis en Guerrero, todas los partidos “pactaron una tregua” para evitar descalificaciones entre pares.
Además, este lunes 30 de octubre, anticipó que se buscará una modificación al Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PPEF) 2024 en pro de atender la crisis en Acapulco, Guerrero y los municipios aledaños que se vieron afectados.
“Todos llegamos a la conclusión de que, con respecto al terrible tema del paso del huracán Otis y de las consecuencias humanas que han surgido, todos hemos decidido poner, aunque sea el día de hoy, una pausa”, declaró durante una conferencia de prensa a medios de comunicación.
Señaló que, se evitará a toda costa posicionamientos políticos partidistas, pues son momentos de “dar toda nuestra solidaridad”. Por ello, exhortó a todas las facciones parlamentarias a modificar el presupuesto en favor de destinar recursos a la zona afectada.
Los daños en la zona diamante y hotelera de Acapulco continúan visibles tras el paso del huracán “Otis”. Ventanas rotas, palmeras caídas y carros arrastrados son parte del panorama en qué turistas y locales tratan de atravesar la zona.
Bajo esta lógica, recalcó que no se trata de “hacer grilla” ni de promover una “mordaza” entre los diputados, sino simplemente incentivar el diálogo de manera respetuosa para ayudar a los guerrerenses. No obstante, sí hubo una diferencia entre los discursos promovidos, pues Morena ya anunció que buscarán donar hasta un mes de su salario para los damnificados.
Aunado a ello, Romero Herrera opino, desde su papel como coordinador de la bancada del PAN, que, aunque no tenga un monto establecido para ayudar, buscarán ayudar a través de cualquier vía a Acapulco y no lo declararán a medios de comunicación ni redes sociales, a menos que se lo pregunte expresamente algún periodista.
En cuanto a los estragos que generó Otis en Acapulco, el gobierno federal confirmó que la cantidad de muertos llegó a 45, además de 47 personas desaparecidas y daños a infraestructura incalculables aún. Dichos daños son los que dificultan el acceso a agua potable, electricidad, vías de comunicación o señal telefónica, por lo que la Cámara de Diputados urgió a dejar de lado las diferencias políticas por algún tiempo.