La crisis humanitaria en la frontera norte de México se agudiza con el inicio de la temporada de frío, que ha provocado que miles de migrantes en Ciudad Juárez duerman a la intemperie o en refugios sin calefacción con temperaturas de hasta 3 grados Celsius.
Los migrantes que llegaron a Juárez en los últimos días cruzan el fronterizo río Bravo, aunque el agua esté cerca del punto de congelación.
Además, la mayoría de ellos viene de lugares más cálidos, por lo que el clima gélido de la frontera complica su llegada y estancia, advirtieron defensores de migrantes.
Ciudad Juárez es uno de los puntos focales del flujo migratorio sin precedentes de México y Centroamérica, como ha advertido la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), que esta semana señaló un incremento anual de más del 60 % de la migración irregular que atraviesa territorio mexicano en lo que va del año.
Los migrantes que llegan a esta ciudad, fronteriza con El Paso, Texas, en Estados Unidos, afrontan condiciones climáticas extremas, con calores superiores a los 40 grados en verano, y ahora con frentes fríos que se acercan a los 0 grados.
Asociaciones defensoras de migrantes han notado en los últimos días una disminución de la cantidad de migrantes por el frío y una mayor vigilancia de las autoridades mexicanas, tras la ola migratoria entre agosto y octubre.