En 2019, se realizó la tercera Conferencia Internacional Anual de la Tierra Plana, celebrada en un hotel Embassy Suites, en los suburbios de Dallas, Texas; anteriormente hubo sendos encuentros en Raleigh y Denver, mientras que Brasil, Gran Bretaña e Italia también han celebrado convenciones de la Tierra plana en los últimos años.
Es el terraplanismo, y aunque no hay un estudio claro que indique cuántas personas se han convencido de esta teoría, hay millones creyentes, incluidos personalidades de Hollywood y pilotos de aerolíneas comerciales, pero las comunidades en línea tienen cientos de miles de seguidores y YouTube está inundado de creadores de contenido de la Tierra plana, cuyas producciones llegan a millones.
Una encuesta de YouGov a más de 8.000 adultos estadounidenses sugirió que uno de cada seis estadounidenses no está completamente seguro de que el mundo es redondo, mientras que una encuesta del Instituto Datafolha, de 2019 con más de 2.000 adultos brasileños, indicó que el 7% de las personas en Brasil rechaza ese concepto.
La comunidad de la Tierra Plana tiene sus propias celebridades, música, mercadería y un pesado catálogo de teorías pseudocientíficas.
Quienes defienden esta teoría, señalan que la Tierra plana, el Sol, la Luna y las estrellas están contenidos en una cúpula tipo “Show de Truman” y, a partir de ahí, las trampas se pueden descartar fácilmente, como fotos de la Tierra desde el espacio, que los terraplanistas creen que son retocadas.
El rápido crecimiento de un movimiento que rechaza las creencias científicas fundamentales genera preocupación.
Hay que mencionar que el terraplanismo, y toda la información que se conoce sobre este tema, se ha convertido en uno de los engaños más famosos y eficientes de la Edad Contemporánea, no porque la esfericidad de la Tierra sea una mentira, sino porque el terraplanismo, como hipótesis, ya había sido descartado desde el siglo V a. C. por filósofos presocráticos; es decir, al contrario de lo que se pueda imaginar, el terraplanismo nunca fue aceptado en la Edad Media.
Pero ahora, en el Siglo XXI, crecen los adeptos que harán lo que sea, hasta perder sus fortunas, por demostrar que la Tierra es plana y que hay más continentes después del bloque de hielo llamado Antártida.