Bill Gates busca una solución para que las vacunas no causen estrés. El magnate hizo una millonaria donación de 23.6 millones de dólares a través de su fundación para desarrollar una tecnología que permita que recibas las dosis sin que te pinchen el brazo.
El cofundador de Microsoft busca impulsar la administración de vacunas a través de microagujas solubles adheridas a la piel en un dispositivo similar a un parche, que no sólo implica un cambio en la forma de aplicación, sino en las limitaciones de transportación, ya que no requiere una cadena de frío como las dosis inyectadas.
La donación de Bill Gates fue para la empresa estadunidense de ciencias de la vida Micron Biomedical, la cual desarrolla esta tecnología para cambiar la forma de vacunación.
Expertos en salud mundial llevan tiempo defendiendo el potencial de una tecnología similar para impulsar la administración de vacunas para salvar vidas, ya que es más fácil de transportar y administrar que las inyecciones tradicionales, sobre todo en países donde llegar a todos los niños que necesitan vacunas sigue siendo un reto. Sin embargo, el aumento de la producción ha sido un obstáculo.
Un ensayo realizado en Gambia este año mostró que el dispositivo de Micron administra la vacuna contra el sarampión y la rubéola -producida por el Instituto Serum de India- a adultos, bebés y niños con la misma seguridad y eficacia que las jeringas, y produce una respuesta inmunitaria similar.
La tecnología “podría ayudar a superar algunos de los obstáculos más importantes para erradicar el sarampión y la rubéola en todo el mundo”, afirmó James Goodson, científico principal de la división de inmunización de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, que también se han asociado con Micron.
No requiere una cadena de frío para su distribución ni un profesional formado para administrar la vacuna, y también podría ayudar a quienes tienen miedo a las inyecciones, señaló la empresa en un comunicado el jueves.
La financiación apoyará el desarrollo de una planta que ayude a fabricar unos 10 millones de dispositivos al año, para ensayos clínicos de mayor envergadura y luego un uso más amplio, sujeto a las aprobaciones de las autoridades reguladoras.