El gobierno chino ha ampliado su campaña de cierre de mezquitas a regiones distintas de Xinjiang, donde durante años se le ha culpado de perseguir a las minorías musulmanas, según un informe de Human Rights Watch publicado el miércoles.
Las autoridades han cerrado mezquitas en la región norte de Ningxia, así como en la provincia de Gansu, que albergan grandes poblaciones de musulmanes hui, como parte de un proceso conocido oficialmente como consolidación, según el informe, basándose en documentos públicos e imágenes de satélite además de testimonios de testigos.
Las autoridades locales también han estado eliminando elementos arquitectónicos de las mezquitas para hacerlas parecer más chinas, como parte de una campaña del gobernante Partido Comunista para reforzar el control sobre la religión y reducir el riesgo de posibles desafíos a su gobierno.
En 2016, el presidente Xi Jinping pidió la “sinización” de las religiones, iniciando una ofensiva que se ha concentrado en gran medida en la región occidental de Xinjiang, hogar de más de 11 millones de uigures y otras minorías musulmanas.
El año pasado la ONU encontró a China culpable de cometer crímenes contra la humanidad en Xinjiang, mediante la construcción de una red de campos de internamiento extrajudiciales que albergaron al menos 1 millón de uigures, huis, kazajos y kirguises.
Las autoridades chinas han desmantelado, cerrado, demolido o convertido mezquitas para uso secular en regiones fuera de Xinjiang como parte de una campaña destinada a reprimir la expresión religiosa, según Human Rights Watch.
El Ministerio de Asuntos Exteriores chino no respondió de inmediato a las preguntas enviadas por fax en busca de comentarios sobre el informe y sus políticas oficiales hacia las minorías musulmanas.
En las aldeas de Liaoqiao y Chuankou en Ningxia, las autoridades desmantelaron las cúpulas y minaretes de las siete mezquitas y arrasaron los edificios principales de tres de ellas entre 2019 y 2021, según vídeos e imágenes publicados en línea y corroborados con imágenes satelitales de los investigadores del grupo.
La política de “consolidar mezquitas” también fue mencionada en un documento de marzo de 2018 emitido por el gobierno de Yinchuan, la capital de Ningxia.
Los informes noticiosos también sugieren que el gobierno chino ha cerrado o modificado mezquitas en otros lugares del país, enfrentándose ocasionalmente a reacciones públicas.