Corea del Norte afirmó a través de sus medios estatales que ha logrado poner en órbita con éxito su primer satélite espía, tras llevar a cabo el lanzamiento de un cohete espacial en la víspera que fue detectado por Seúl y Tokio.
La Administración Nacional de Tecnología Aeroespacial (NATA) fue la encargada de dar a conocer el éxito del lanzamiento del nuevo cohete portador “Chollima-1”, cargado con el satélite de reconocimiento “Malligyong-1”. El lanzamiento se llevó a cabo en la ciudad de Cholsan, provincia de Phyongan del Norte.
El cohete portador “Chollima-1” voló normalmente a lo largo de la trayectoria de vuelo preestablecida y puso con precisión el satélite de reconocimiento “Malligyong-1” en su órbita, 705 s después del lanzamiento.
Corea del Norte a afirmado en varias ocasiones que el país tiene el derecho de tener un satélite de reconocimiento para fortalecer sus capacidades de autodefensa, lo cual contribuirá significativamente a mejorar definitivamente la preparación bélica de las fuerzas armadas de Corea del Norte en conformidad con el entorno de seguridad creado en y alrededor el país debido a los peligrosos movimientos militares de los enemigos.
El presidente Kim Jong Un estuvo supervisando el lanzamiento en el lugar, fue acompañado del Kim Jong Sik, subdirector de departamento del Comité Central del WPK, y Jang Chang Ha, director general de la Oficina General de Misiles de Corea del Norte.
Kim Jong Un felicitó a todos los cuadros, científicos y técnicos de la NATA y de las instituciones pertinentes por su gran contribución al fortalecimiento de la capacidad de disuasión bélica de la República y por la aplicación más correcta y excelente de la resolución del Octavo Congreso del PTC.
El supuesto lanzamiento exitoso de Pionyang, no confirmado por parte de Estados Unidos o de Corea del Sur, llega después de dos intentos fallidos en los pasados meses de mayo y agosto, supervisado por el líder norcoreano Kim Jong-un, según informó el citado medio.
El lanzamiento provocó la activación durante unos minutos del sistema nacional antimisiles de Japón, mediante el mismo se envió un mensaje a los habitantes de la prefectura de Okinawa que avisaba del aparente lanzamiento de un misil desde Corea del Norte y se recomendaba evacuar dentro de un edificio o bajo tierra.
Se cree que Corea del Norte ha contado con asistencia tecnológica y asesoría de Moscú para su nuevo lanzamiento, tras la cumbre que celebraron en septiembre el líder norcoreano y el presidente ruso, Vladímir Putin, y que sirvió para cimentar un acuerdo destinado a cooperar y comerciar en el terreno militar y aeroespacial.
Seúl, Washington y Tokio condenaron el lanzamiento y subrayaron que se trata de una vulneración de las resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, que prohíben estos intercambios y también el lanzamiento de cohetes espaciales por parte de Pionyang, al considerar que se trata del uso encubierto de tecnología para misiles balísticos intercontinentales (ICBM).