Corea del Norte anunció este miércoles que ha puesto en órbita su primer satélite espía, una acción a la que el Sur ha respondido con la suspensión parcial de un acuerdo militar bilateral de 2018, lo que incrementa en otro peldaño la escalada de tensión en la península.
El cohete espacial fue lanzado en torno a una hora antes de entrar en vigor la notificación de las autoridades de Corea del Norte para que se restringiera la navegación en áreas donde podrían caer restos del proyectil y que se extendía desde la pasada medianoche hasta el próximo 1 de diciembre.
La Administración Nacional de Tecnología Aeroespecial (NATA, por sus siglas en inglés) dijo que lanzó en la víspera el cohete Chollima-1 a las 22.42 hora local (13.42 GMT del martes) y que éste “puso en órbita con precisión” el satélite ‘Malligyong-1’ unos 11 minutos después del despegue, según informó la agencia estatal KCNA.
El ejército surcoreano informó en un comunicado que Corea del Norte ha lanzado un satélite de reconocimiento en dirección sur, mientras que las autoridades japonesas activaron la alerta de misiles en Okinawa y recomendaron la evacuación de la población local.
Corea del Sur, Estados Unidos y Japón han condenado enérgicamente el lanzamiento del satélite norcoreano porque creen que tenía como objetivo mejorar la tecnología de misiles del país, así como establecer un sistema de vigilancia espacial. Las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU prohíben cualquier despegue de satélites por parte de Corea del Norte, considerándolos como cobertura para probar su tecnología de misiles de largo alcance.
Antes del lanzamiento del martes, funcionarios surcoreanos dijeron que Corea del Norte probablemente estaba recibiendo apoyo tecnológico ruso para su programa de lanzamiento de satélites espías como parte del esfuerzo de los dos países para impulsar sus asociaciones.
Heo Tae-keun, viceministro de política de defensa nacional de Corea del Sur, anunció la suspensión del acuerdo intercoreano de 2018, dijo que Corea del Sur castigará rápida y fuertemente a Corea del Norte si utiliza la medida surcoreana como pretexto para lanzar otra provocación. Heo calificó el lanzamiento del satélite norcoreano como una grave provocación que amenaza nuestra seguridad nacional.
El acuerdo de 2018, alcanzado durante una breve era de reconciliación entre las Coreas rivales, creó zonas de amortiguamiento y de exclusión aérea a lo largo de la frontera fuerte fortificada de los países. Según el acuerdo, se exigió a las Coreas que detuvieran el reconocimiento de primera línea y los requisitos de fuego vivo. También eliminaron algunos de sus padres de guardia y minas terrestres en las zonas fronterizas.
En un comunicado del Ministerio de Defensa Nacional publicado hoy por la agencia estatal KCNA, Pionyang anuncia que su ejército nunca volverá a estar sujeto al acuerdo militar Norte-Sur del 19 de septiembre y que de manera inmediata retomará todas las medidas militares que se habían suspendido virtud del acuerdo militar Norte-Sur.
El régimen replica así a la decisión de Seúl, que anunció en la víspera que suspende una cláusula del mencionado acuerdo para poder retomar operaciones de vigilancia militar en la frontera en respuesta al lanzamiento de un satélite espía realizado el martes por parte norcoreana.