El papa Francisco, de 86 años, dijo este domingo que por un problema de inflamación pulmonar no podía asomarse a la plaza San Pedro para rezar con los fieles el Ángelus dominical y en su lugar debía quedarse en su residencia en la Casa Santa Marta.
Francisco se saltó su aparición semanal dominical en una ventana que daba a la Plaza de San Pedro, un día después de que el Vaticano dijera que padecía una gripe leve. En cambio, Francisco dio la tradicional bendición del mediodía en una aparición televisada en vivo desde la capilla del hotel del Vaticano donde vive.
“Hermanos y hermanas, feliz domingo. Hoy no puedo asomarme a la ventana porque tengo este problema de inflamación de los pulmones”, dijo Francisco.
El Papa Francisco afirmó que sin embargo asistiría a finales de esta semana a Dubai para pronunciar un discurso en la conferencia sobre el cambio climático.
Mediante un discurso agradeció a todos por acompañarlo en su viaje con las oraciones, además del enorme compromiso de tomar en serio la salvaguardia de nuestra casa en común, la Tierra, afirmó que además de la guerra, el mundo se encuentra amenazado por otro gran peligro, el cambio climático que ponen en peligro a las generaciones futuras.
En algunos de los planos de la retransmisión, pudo observarse que en la mano derecha Francisco llevaba un parche y dos accesos para vías intravenosas, aunque sí que recitó el Ángelus, con alguna dificultad y visiblemente cansado, sentado en el altar de la capilla.
Posteriormente, dio el relevo de la palabra a Braida, quien leyó las reflexiones que acompañan al rezo dominical, en las que se celebró que finalmente hay una tregua entre Israel y Palestina y algunos rehenes han sido liberados.
La voz del pontífice bajó y por momentos parecía casi sin aliento en sus breves comentarios introductorios explicando por qué no apareció en la ventana, y al final cuando añadió su habitual petición de “no olviden orar por mí”.
No se explicó de inmediato la discrepancia entre el Papa que dijo que tenía inflamación pulmonar y el Vaticano que dijo un día antes que Francisco se había sometido a una tomografía computarizada en un hospital de Roma para excluir el riesgo de complicaciones pulmonares y que el examen fue negativo.