Decenas de millones de personas soportaban este domingo una canícula persistente en numerosos puntos del hemisferio norte, con previsiones de temperaturas extremas en Estados Unidos, Europa y Asia, una nueva ilustración de los efectos del calentamiento global.
En Estados Unidos se espera una ola de calor “extremadamente peligrosa” de California a Texas, según el Servicio Meteorológico Nacional norteamericano (NWS).
La tarde del sábado, la ciudad de Phoenix, en el estado de Arizona, registró 47 °C, en el 16º día consecutivo con máximas por encima de 43 ºC.
En el centro y el sur de California, el termómetro alcanzó máximas de entre 41 °C y 45 °C, según el NWS. En el Valle de la Muerte escaló hasta 51 °C, y este domingo se esperan hasta 54 grados.
En Europa, donde el calentamiento progresa el doble de rápido que la media mundial, según los expertos, varios países estaban acusando temperaturas extremas.
En Italia, 16 ciudades están en alerta roja este domingo, con máximas de hasta 36 y 37 ºC en Roma y Bolonia. El centro meteorológico italiano dijo temer “la ola de calor más intensa del verano, pero también una de las más intensas de todos los tiempos”.
Pese a ello, unos 15.000 peregrinos y turistas, según la gendarmería vaticana, se congregaron en la plaza de San Pedro este domingo para escuchar al papa Francisco recitar la oración del Ángelus.
Alemania no se salva, y el sábado el termómetro subió hasta 37,9 ºC en la ciudad bávara de Möhrendorf-Kleinseebach, en el sur del país. En Berlín se alcanzaron los 35 grados, y en Múnich los 34.
Tampoco se anuncia tregua en España, donde la agencia meteorológica avisó de una nueva ola de calor del lunes al miércoles, con temperaturas superiores a los 40 ºC en la región de Andalucía.
En Grecia, la Acrópolis de Atenas, que alberga el Partenón, permanecerá cerrada en las horas más calientes del día, entre las 11.30 y las 17.30, por tercer día consecutivo. Las temperaturas podrían alcanzar los 41 ºC. Las autoridades griegas alertaron además del riesgo de incendios, en particular este domingo, cuando se esperan vientos de 40 a 60 km/h en el mar Egeo, según el ministerio de Crisis Climática. Y es que a medida que el termómetro sube, los incendios se multiplican también.
En el sur de California, los bomberos combaten desde el viernes varios incendios que destruyeron más de 1.214 hectáreas y obligaron a evacuar a vecinos.
En Canadá ardieron ya este año más de 10 millones de hectáreas, un balance muy superior a lo que el país vivió en el pasado, según un balance que sigue siendo provisional con 906 fuegos activos el sábado en todo el país, de los cuales 570 fuera de control, según el Centro Interservicios de Incendios Forestales (CIFFC, por sus siglas en inglés).
En Asia, mientras tanto, se suman las tormentas al calor extremo.
En Japón, las autoridades emitieron una alerta por golpe de calor en 20 de las 47 prefecturas del país, ante unas temperaturas cercanas a 40 grados en numerosos puntos, incluyendo Tokio.
Al tiempo que se da este calor extremo en el este y el suroeste del archipiélago, otras zonas del país sufrían lluvias torrenciales.
Este domingo, un hombre fue encontrado muerto en un coche sorprendido por las lluvias en el norte de Japón. Otras siete personas fallecieron la semana pasada a causa de inundaciones.
En Corea del Sur, los rescatistas tratan este domingo de alcanzar a personas atrapadas en un túnel inundado, y las fuertes lluvias de los últimos días dejaron 33 muertos y 10 desaparecidos.
En el norte de India, las lluvias del monzón habrían matado a 90 personas, tras un calor tórrido.
Por otro lado, China emitió este domingo varias alertas por altas temperaturas, y advirtió que estas podrían alcanzar máximas de hasta 45 grados en la región de Xinjiang, parcialmente desértica, y 39 ºC en la región meridional de Guangxi.
El calor es uno de los eventos meteorológicos más mortíferos, tal como recordó recientemente la Organización Meteorológica Mundial (OMM).
El verano pasado, sólo en Europa murieron más de 60.000 personas a causa del calor, de acuerdo con un reciente estudio.
Los expertos en salud advierten sobre los riesgos asociados con las actividades al aire libre, particularmente para las personas mayores, las personas sin hogar y otras poblaciones vulnerables. A medida que las temperaturas se disparan, los médicos instan a la precaución y ofrecen consejos para mantenerse seguro.
Uno de los errores más comunes es no aclimatarse antes de una salida al aire libre. El cuerpo necesita tiempo para adaptarse a las altas temperaturas, y pasar de un entorno cerrado con aire acondicionado a un calor extremo puede ser peligroso.
La hidratación es otro aspecto crucial para mantenerse seguro en el calor.
La elección de la ropa también puede marcar una gran diferencia. Los expertos recomiendan vestir ropa de tejidos suaves, holgada y de colores claros.
Los automóviles pueden convertirse en trampas de calor peligrosas si se dejan al sol porque se calientan rápidamente debido a un “miniefecto invernadero”.
En caso de un golpe de calor, cuyos síntomas incluyen un ritmo cardíaco acelerado, respiración rápida y confusión, es crucial actuar rápidamente, llevando a la persona a un lugar fresco, hidratándola y quitándole capas de ropa. Si los síntomas no mejoran después de 30 minutos, se debe buscar ayuda médica de inmediato.