El primer ministro de Japón, Fumio Kishida, anunció el miércoles planes para reemplazar a algunos de los ministros de su gabinete para abordar las críticas públicas y la desconfianza por el creciente escándalo de fondos ilícitos de su partido gobernante que ha sacudido su control del poder.
El escándalo involucra principalmente a la facción más grande y poderosa del Partido Liberal Democrático. Se sospechaba que sus miembros clave, incluidos los que ocupaban altos cargos en el gabinete y el partido, no informaban sistemáticamente varios cientos de millones de yenes (varios millones de dólares) en fondos en posible violación de las leyes electorales y de campaña, según informes de los medios. Se alega que el dinero se destinó a fondos para sobornos no supervisados.
El escándalo y una purga de la facción podrían provocar una lucha de poder dentro del partido antes de una votación clave de liderazgo en septiembre, a pesar de que Kishida no tiene que convocar elecciones parlamentarias en casi dos años más.
Kishida, en una conferencia de prensa al finalizar la sesión parlamentaria de este año, dijo que lamentaba que el escándalo de recaudación de fondos del partido haya profundizado la desconfianza política y que está decidido a abordarlo con “una sensación de crisis”.
Negó a revelar detalles, pero los cambios clave involucran a cuatro ministros: el secretario jefe del gabinete, Hirokazu Matsuno, el ministro de Economía e Industria, Yasutoshi Nishimura, el ministro de Agricultura, Ichiro Miyashita, y el ministro de Asuntos Internos, Junji Suzuki, así como algunos miembros clave del partido.
Se espera que el exministro de Asuntos Exteriores Yoshimasa Hayashi, que pertenece a la facción de Kishida, reemplace a Matsuno.
Kishida ha reconocido que las autoridades están investigando el escándalo tras una denuncia penal. Dijo que aquellos que se han enfrentado a cuestiones contables deben examinar sus registros y explicarlo al público, pero no dio un cronograma.
También instó a los legisladores del partido a no realizar eventos de recaudación de fondos, incluidas fiestas de fin de año y Año Nuevo. Los índices de aprobación de su gabinete han seguido cayendo.
Matsuno supuestamente desvió más de 10 millones de yenes (68.700 dólares) en los últimos cinco años del dinero que recaudó en eventos de recaudación de fondos de la facción a un fondo para sobornos, mientras que Nishimura supuestamente se quedó con 1 millón de yenes (6.870 dólares), según informes de los medios.