El presidente serbio, Aleksandar Vucic, está presionando fuertemente para reafirmar el dominio de su partido populista en las elecciones parlamentarias y locales anticipadas de este fin de semana que, según los observadores, se celebrarán en una atmósfera de intimidación y parcialidad de los medios.
La votación del domingo en el problemático país de Europa del Este enfrenta al gobernante Partido Progresista Serbio (SNS) de Vucic contra una coalición de oposición pro occidental que está tratando de socavar el firme control del poder que los populistas han mantenido desde 2012.
Aunque no es formalmente candidato, el presidente serbio ha hecho campaña incansablemente a favor del SNS y su lista de candidatos, que aparece en las papeletas bajo el nombre “Aleksandar Vucic: ¡Serbia no debe parar!”. El principal bloque opositor Serbia Contra la Violencia reúne a partidos que estuvieron detrás de meses de protestas callejeras este año provocadas por dos tiroteos masivos consecutivos en mayo.
Los observadores de la campaña han denunciado presiones sobre los votantes y actos de alarmismo y abuso de cargos e instituciones públicas fomentados por las autoridades. Han aumentado los informes sobre compra de votos, soborno de votantes y falsificación de firmas en las listas electorales.
Tanto Vucic como su SNS han negado las acusaciones de abuso de campaña e intento de manipulación de votos, así como las acusaciones de que Vucic, como presidente, está violando la constitución al hacer campaña para un partido.
El Centro de Investigación, Transparencia y Responsabilidad (CRTA), una organización no gubernamental que monitorea las actividades electorales, informó sobre una serie de problemas que violan las reglas para una elección libre y justa.
Casi ninguna de las quejas o recomendaciones anteriores de observadores locales y extranjeros ha dado lugar a cambios hasta ahora.
Las irregularidades denunciadas incluyen invitaciones a votar enviadas a votantes inexistentes o muertos. Periodistas del Centro de Periodismo de Investigación de Serbia publicaron pruebas de compra de votos, mientras que los observadores del CRTA registraron intimidaciones y presiones sobre empleados públicos para que apoyaran al partido gobernante.
Vucic convocó la votación anticipada del 17 de diciembre sólo un año y medio después de una elección parlamentaria y presidencial anterior, aunque su partido tiene una cómoda mayoría en el parlamento de 250 miembros.
Los analistas creen que Vucic buscaba consolidar el poder después de que dos tiroteos consecutivos desencadenaran meses de protestas antigubernamentales, y cuando la alta inflación y la corrupción desenfrenada alimentaron el descontento público. Sus partidarios ven a Vucic como el único líder que puede mantener la estabilidad y liderar el país.
Vucic ha restado importancia a las críticas calificándolas de ataques a él y a su partido, diciendo que confía en la victoria.