Un reactor nuclear japonés que sobrevivió a un terremoto y tsunami de 2011 que dañó gravemente la cercana planta de energía nuclear de Fukushima volvió a funcionar por primera vez desde el desastre después de una mejora de seguridad, mientras el gobierno busca una renovada expansión de la energía nuclear para proporcionar energía estable y reducir las emisiones de carbono.
El reactor número 2 de la planta de energía nuclear de Onagawa en la costa norte de Japón volvió a funcionar y se espera que comience a generar energía a principios de noviembre, dijo el operador Tohoku Electric Power Co.
El reactor es uno de los tres de la planta de Onagawa, que está a 100 kilómetros al norte de la planta de Fukushima Daiichi, donde tres reactores se fundieron después de un terremoto de magnitud 9,0 y un tsunami en marzo de 2011, liberando grandes cantidades de radiación.
La planta de Onagawa fue golpeada por un tsunami de 13 metros, pero pudo mantener sus sistemas de enfriamiento cruciales en funcionamiento en los tres reactores y lograr sus apagados seguros. Las 54 plantas nucleares comerciales de Japón cerraron sus puertas después del desastre de Fukushima para realizar controles de seguridad y mejoras. Onagawa No. 2 es el decimotercero de los 33 reactores que aún se encuentran en funcionamiento y también es el primer reinicio en Japón del mismo tipo de reactor dañado en Fukushima.
El presidente de Tohoku Electric, Kojiro Higuchi, dijo que el reinicio del reactor destaca la recuperación de la zona tras el desastre.
El año pasado, el gobierno de Japón adoptó un plan para maximizar el uso de la energía nuclear, que incluye acelerar los reinicios de los reactores cerrados, extender la vida operativa de las plantas antiguas y desarrollar reactores de próxima generación, mientras el país lucha por asegurar un suministro de energía estable y cumplir su promesa de alcanzar la neutralidad de carbono para 2050.
El reinicio de los reactores nucleares también es cada vez más importante para el crecimiento económico de Japón, afirmó Hayashi.
En el caso del reactor Onagawa No. 2, Tohoku Electric comenzó en 2013 a mejorar su seguridad, incluidas las estimaciones de riesgo de tsunami y las medidas antisísmicas. También construyó un muro antitsunami que se extiende hasta 29 metros (95 pies) sobre el nivel del mar y obtuvo la aprobación de seguridad de los reguladores en 2020.
Veintiuno de los reactores nucleares de Japón, incluidos seis en Fukushima Daiichi y uno en Onagawa, están siendo desmantelados actualmente porque sus operadores optaron por desmantelarlos en lugar de invertir grandes cantidades en equipos de seguridad adicionales requeridos por las normas de seguridad posteriores a Fukushima, mucho más estrictas.