Un incendio arrasó un campo de refugiados rohingya en el sureste de Bangladesh en las primeras horas del domingo, destruyendo unos 800 refugios y dejando a miles de personas sin hogar, dijeron las autoridades.
Miles de refugiados, incluidos mujeres y niños, corrieron a un campo abierto cercano con sus pertenencias cuando el fuego comenzó a extenderse agresivamente durante las primeras horas del domingo.
Funcionarios del servicio de bomberos y voluntarios rohingya controlaron el incendio unas tres horas después de que azotara el Campamento 5 en Cox’s Bazar, un distrito fronterizo con Myanmar, poco antes de la 1 a.m. (1900 GMT).
Además de las casas, varias otras instalaciones, como centros de aprendizaje, también fueron destruidas, dijo el Comisionado de Ayuda y Repatriación de Refugiados de Bangladesh en Cox’s Bazar, Mohammed Mizanur Rahman, añadiendo que no hubo víctimas.
ACNUR, la agencia de las Naciones Unidas para los refugiados, dijo que casi 7.000 personas se quedaron sin hogar a causa del incendio y que alrededor de 120 instalaciones, incluidas mezquitas y centros de salud, resultaron dañadas.
“Hemos hecho todos los arreglos… se les está dando comida y refugio temporal”, dijo Mohammad Shamsud Douza, el funcionario adjunto del gobierno de Bangladesh a cargo de los refugiados.
Casi un millón de miembros de la minoría musulmana de Myanmar viven en hacinados campamentos de bambú y plástico en el distrito fronterizo de Cox’s Bazar, en Bangladesh, y la mayoría de ellos huyeron de una represión militar en 2017.
“La causa del incendio sigue siendo desconocida y las autoridades gubernamentales nos aseguran que se llevará a cabo una investigación sobre la causa del incendio”, dijo ACNUR.
A menudo se producen incendios en los hacinados campos con sus estructuras improvisadas. En marzo de 2021, un incendio masivo mató al menos a 15 refugiados y destruyó más de 10.000 hogares. Más de un millón de refugiados rohingya han huido a Bangladesh desde Myanmar a lo largo de varias décadas, incluidos unos 740.000 que cruzaron la frontera a partir de finales de agosto de 2017, cuando el ejército de Myanmar lanzó una brutal represión.
Las condiciones en Myanmar han empeorado desde la toma del poder militar en 2021 y los intentos de devolver a los refugiados han fracasado. La primera ministra de Bangladesh, Sheikh Hasina, ha dicho en varias ocasiones que los refugiados no serán devueltos por la fuerza. Los grupos de derechos humanos dicen que las condiciones en Myanmar no son propicias para la repatriación. Los musulmanes rohingya enfrentan una discriminación generalizada en Myanmar, de mayoría budista, donde se les niega la ciudadanía y otros derechos constitucionales.