Lo que son las cosas, tres políticos aspirantes a puestos superiores fueron asesinados la semana pasada, lo cual no es un buen augurio para las elecciones del 2 de junio.
Se trata de aspirantes del MC, del PAN y uno más por Fuerza por México y sus asesinatos ponen un timbre de alerta para las autoridades.
El domingo pasado, Claudia Sheinbaum Pardo pronosticó que las elecciones “se desarrollarían en paz’’, y no entiendo cuál es la base de su pronóstico, tomando en cuenta la polarización que se tiene en el país., alentada desde el púlpito presidencial.
Hay que mencionar que los grupos delictivos ya han comenzado a moverse por todos los territorios que dominan, tanto para dejar en claro quién o quiénes son gallos, o para intimidar a la competencia.
El escenario no es nuevo, lo vivimos en la elección del 2021, cuando candidatos de oposición fueron secuestrados y luego dejados en libertad bajo la amenaza de que si no se bajaban de la contienda los matarían.
En ese 2021, se tiene una cifra de más de 30 políticos asesinados, pero ahora, con la elección más grande en la historia del país, la cifra podría incrementarse exponencialmente.
El gobierno ha insistido en su estrategia de minimizar los hechos violentos que se registran en todo el país.
El presidente López Obrador dijo, respecto a los asaltos de la semana pasada en varios puntos de Villahermosa, que “era propaganda’’ y los ligó con las elecciones.
No responsabilizó a ningún delincuencial pero sí dejó entrever que la oposición habría tenido que ver en los hechos.
El propio López Obrador se negó a responder sobre los hechos de violencia en la sierra de Guerrero, en donde fueron localizados varios cuerpos calcinados y los habitantes de la región aseguran que hay más de una docena de desaparecidos y varios heridos.
Este domingo también hubo movilización de la delincuencia organizada en Celaya, en donde hubo quema de vehículos y cierres de las vías principales de comunicación.
Sería una necedad sostener que esos eventos no tendrán impacto en las elecciones próximas.
Pero en lugar de combatirlos, el gobierno ha decidido minimizarlos y cuando no puede, acusar que se trata de un montaje de la oposición para debilitarlo.
Tres muertos que suman a los más de 300 registrados en los primeros días del año auguran un panorama ominoso para las elecciones del 2 de junio.