El Ministro de Exteriores de Países Bajos, Wopke Hoekstra, convocó al embajador de Irán tras las ejecuciones de un campeón de Karate y de un activista por supuestos delitos vinculados a las protestas contra el régimen y llamó a los estados miembros de la Unión Europea a hacer lo mismo.
El ministro holandés se mostró “consternado” por las “horribles” ejecuciones que ha llevado a cabo el régimen de Irán este sábado.
“Convocaré al embajador iraní para subrayar nuestra grave preocupación y pido a los Estados miembros de la UE que hagan lo mismo”, indicó Hoekstra a través de un mensaje en Twitter.
Además, afirmó que Países Bajos ya tiene en marcha un cuarto paquete de sanciones en materia de Derechos Humanos contra Irán que tiene previsto presentar en el próximo Consejo de Asuntos Exteriores de la Unión Europea.
“Las acciones de hoy de Irán subrayan la necesidad de una respuesta aún más contundente de la UE”, sentenció el ministro.
Esta reacción se ha sumado a las condenas de la comunidad internacional ante la sentencia a muerte de otros dos manifestantes que participaban en las protestas por la joven Mahsa Amini.
Los ejecutados, identificados como Mohamed Mehdi Karami y Mohamed Hosseini, fueron condenados por la muerte de un guardia de seguridad durante una de las protestas de noviembre, según información de la agencia iraní Mizan.
Con estas ejecuciones ya son cuatro los manifestantes ajusticiados desde el estallido de las protestas por la joven kurda iraní, que han sacudido el país como no se ha visto en décadas.
La Unión Europea también se declaró “horrorizada” este fin de semana tras conocer la noticia.
Australia también se pronunció contra la ejecución de los manifestantes y le exigió al régimen iraní el cese inmediato de estas acciones
La canciller de Australia, Penny Wong, señaló que “se opone a la pena de muerte en todas las circunstancias” y subrayó que “continuarán trabajando” a nivel nacional y con sus socios internacionales para que el régimen de Teherán “rinda cuentas” ante la justicia.
Las ejecuciones de Karami y Hosseini se suman a las de Mohsen Shekari y Majid Reza Rahnavard a principios de diciembre por su participación en las protestas que sacuden el país.
Estas ejecuciones han provocado fuertes críticas internacionales, especialmente desde países occidentales, que han pedido a Irán que ponga fin a los ahorcamientos.
Otras 26 personas han sido condenadas a muerte por su implicación en las manifestaciones, entre ellas el joven de 18 años Arshia Takdastan, quien fue sentenciado a la pena máxima esta semana.
Irán vive protestas desde la muerte el 16 de septiembre de Mahsa Amini tras ser detenida por la Policía de la moral por no llevar bien colocado el velo, pero han evolucionado y ahora los manifestantes piden el fin de la República Islámica fundada por el ayatolá Ruholá Jomeiní en 1979.
Australia, que impuso en diciembre una serie de sanciones selectivas contra varias entidades de Teherán, ha criticado reiteradamente la represión del régimen iraní contra los manifestantes.