Donald Trump dedicó su primer discurso de campaña, tras arrasar en los caucus de Iowa, al tema que le obsesiona, pero que le abrió la puerta a su victoria en las elecciones de 2016 y espera conseguirlo en las elecciones del próximo noviembre: la llegada de inmigrantes, que él denomina “invasión”, y la necesidad de impedir como sea que la frontera sea un coladero.
“Vamos a hacer lo que tengamos que hacer. Vamos a sellar la frontera; tenemos una invasión de millones de personas entrando a nuestro país, muchas más personas que el estado de Nueva York”, prometió desde su convencimiento de que ganará, no sólo la candidatura presidencial republicana, sino las elecciones del 5 de noviembre.
Trump inició su discurso de victoria en Iowa presumiendo de la gran participación en los caucus, la primera cita del proceso de primarias del Partido Republicano para la Casa Blanca, y del tamaño de la multitud que se agolpaba para verlo en el Centro de Eventos de Iowa en Des Moines, la capital del estado, pese a que el termómetro durante toda la jornada del lunes marcó picos de frío de hasta 25 grados bajo cero.
Pese a la seguridad que mostró en su discurso, el magnate ignoró las consecuencias catastróficas para la economía estadounidense, si se cierra la frontera al comercio bilateral (superior a los 700 mil millones de dólares anuales), y tampoco explicó cómo podría cumplir su amenaza de cerrar la frontera más transitada del mundo. Las primeras reacciones de algunos analistas en EU (además de la de rechazo e incredulidad mostrada por el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador) es de que se trata de otra promesa demagógica, como la que hizo durante la campaña de 2016, cuando prometió un muro de costa a costa, hasta que se estrelló con la realidad durante su mandato (2017-2021), cuando apenas pudo levantar unas pocas decenas de kilómetros.
Tras sumar más votos que todos sus rivales en Iowa, Trump dio por hecho que va a ganar la candidatura republicana, pese a que restan 49 estados por votar y el Distrito Columbia.
Desde Des Moines llamó a la unidad del país para derrotar en las elecciones de noviembre al Partido Demócrata.
“Nuestro país debe unirse. Queremos unirnos. Ya sea republicano o demócrata, liberal o conservador, sería tan bueno si pudiéramos unirnos y solucionar el mundo, resolver los problemas y poner fin a toda la muerte y destrucción que estamos presenciando”, manifestó, en alusión a la epidemia de fentanilo que dejó más de 100 mil muertos en 2022, a la que culpó (una vez más) a los inmigrantes, pero no en alusión a la otra epidemia que causa decenas de miles de muertos: la de las armas.
“Personas que vienen de cárceles de distintas partes del mundo, incluso de países que uno nunca escuchó hablar. También hay terroristas”, aseveró el magnate republicano.
Sus palabras fueron recibidas con aplausos mientras sus simpatizantes gritaban su nombre, vestidos con gorras o agitando banderas con las letras “MAGA”, en referencia al eslogan de Trump en las campañas de 2016 y 2020: “Make America Great Again” (Hacer Estados Unidos grande de nuevo).
Entre el público se encontraban algunas figuras del ala ultraderechista del partido, como la congresista por Georgia, Marjorie Taylor Greene; el legislador por Florida, Matt Gaetz y la excandidata a gobernadora de Arizona, Kari Lake, quien ha rechazado reconocer su derrota en 2022 por la gobernación, de igual manera que Trump sigue rechazando su derrota en las elecciones de 2020 frente al demócrata Joe Biden, con quien todo apunta a que repetirá batalla nacional en las urnas, aunque, según las encuestas, esta vez con Trump como favorito.