Ha pasado el tiempo y nada se sabe a ciencia cierta sobre el estado del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Pero hay señales que preocupan o confunden; o ambas cosas.
Por ejemplo, ¿qué tenía que hacer todo el gabinete en la mañanera de este lunes que condujo -es un decir- el secretario de Gobernación Adán Augusto López?
¿Qué señales quiso mandar el Gobierno lopezobradorista con esa exhibición inútil?
Inútil porque nada más estuvieron de espectadores.
López Obrador siempre ha jugado con los simbolismos; es su especialidad.
¿Todos en apoyo moral al Presidente? ¿Y por qué ahora sí y en las dos ocasiones anteriores que se contagió de Covid no se hizo tal exhibición?
¿O era apoyo al secretario de Gobernación?
Total, la mañanera solo sirvió para ver los rostros de funcionarios que tenían meses sin aparecer en público, pero de información sobre la salud presidencial no hubo nada.
Ahora ya no se sabe si es por estrategia o por incapacidad, pero el hecho de que dejen correr el fuego en la pradera seca nunca ha sido una buena idea.
Si fue para medir la popularidad presidencial, pues ya les quedó claro que hasta sus más feroces críticos le desearon pronta recuperación; así que por ahí no debe ser.
¿Entonces?
Ya solo falta, para completar el cuadro, que siempre “solidarios’’ gobernadores de Morena, “invitados’’ por Claudia Sheinbaum, publiquen un desplegado a favor de la salud presidencial.
Mientras que sigan corriendo las especulaciones.