Un dron casi del tamaño de una rebanada de pan es la nueva esperanza de Japón para obtener imágenes más claras de uno de los reactores dentro de la central nuclear de Fukushima Daiichi, afectada por el tsunami, donde permanecen cientos de toneladas de combustible dañado casi 13 años después del desastre.
Un terremoto de magnitud 9,0 y un tsunami en marzo de 2011 destruyeron el suministro de energía y los sistemas de refrigeración de la planta, provocando la fusión de tres reactores. Hasta el día de hoy permanecen en su interior enormes cantidades de combustible nuclear fundido, fatalmente radiactivo.
La empresa operadora de la planta, Tokyo Electric Power Company Holdings, presentó pequeños drones que quieren utilizar para recopilar más datos de partes de uno de los reactores que antes eran inaccesibles.
TEPCO intentó previamente enviar robots dentro de cada uno de los tres reactores, pero se vio obstaculizado por los escombros, la alta radiación y la incapacidad de navegar entre los escombros, aunque pudieron recopilar algunos datos en los últimos años.
Durante la presentación en la Agencia Japonesa de Energía Atómica en Naraha, un dron que pesaba solo 185 gramos (6,5 onzas) dio vueltas, mostrando su capacidad de maniobra, evitando cuidadosamente obstáculos y restos de una maqueta que incluía un robot abandonado de una sonda interna de 2015. También envió continuamente una transmisión en vivo en blanco y negro utilizando su cámara instalada a una sala de operaciones.
Shoichi Shinzawa, director del proyecto de la sonda, dijo que la demostración fue el resultado del entrenamiento que comenzó en julio. También dijo que cuatro drones estaban listos para ser enviados al interior del reactor número 1 en intervalos de cinco minutos, en parte debido a la corta duración de la batería.
Dijo que los funcionarios de las empresas de servicios públicos esperan utilizar los nuevos datos para desarrollar tecnología y robots para futuras sondas, así como para el plan para retirar el combustible derretido del reactor. Añadió que los datos se utilizarán en la investigación de cómo ocurrió exactamente la crisis de 2011.
En febrero, la compañía tiene la intención de enviar los drones dentro del recipiente de contención primaria del reactor número 1 de la central eléctrica de Fukushima Daiichi. Dos drones inspeccionarán primero el área alrededor del exterior del soporte estructural principal de la embarcación, llamado pedestal, antes de decidir si pueden enviar a los otros dos al interior, el área que las sondas anteriores no pudieron alcanzar.
El pedestal está directamente debajo del núcleo del reactor. Los funcionarios tienen la esperanza de poder revisar y filmar el fondo del núcleo para descubrir cómo goteó allí el combustible sobrecalentado en 2011.
En el interior de los tres reactores dañados permanecen unas 900 toneladas de combustible nuclear fundido altamente radiactivo. Los críticos dicen que el objetivo de limpieza de 30 a 40 años fijado por el gobierno y TEPCO para Fukushima Daiichi es demasiado optimista. El daño en cada reactor es diferente y es necesario elaborar planes para adaptarse a sus condiciones.
La retirada del combustible gastado de la piscina de refrigeración del reactor de la Unidad 1 comenzará en 2027, después de un retraso de 10 años. Una vez que se elimine todo el combustible gastado, los escombros derretidos se retirarán en 2031.