Un funcionario en Malí dice que más de 70 personas han muerto después del colapso de una mina de oro no regulada a fines de la semana pasada, y continúa la búsqueda en medio de temores de que el número de víctimas pueda aumentar. Karim Berthé, alto funcionario de la Dirección Nacional de Geología y Minería del gobierno, confirmó los detalles y lo calificó de accidente.
No quedó inmediatamente claro qué causó el colapso ocurrido el viernes y que se informó el martes en un comunicado del Ministerio de Minas que estimó que “varios” mineros murieron. El derrumbe se produjo en el distrito de Kangaba, en la región suroccidental de Koulikoro.
Este tipo de accidentes son comunes en Mali, el tercer mayor productor de oro de África. Los mineros artesanales (los mineros informales y de pequeña escala) a menudo son acusados de ignorar las medidas de seguridad, especialmente en áreas remotas.
Testigos de la zona explicaron que esta mina, situada en la aldea de Kobada, se suele cerrar por orden del Gobierno en la temporada de lluvias (entre junio y agosto) debido a los riesgos que corren los profesionales esos meses.
El comunicado del Ministerio de Minas lamentó profundamente el colapso e instó a los mineros, así como a las comunidades que viven cerca de los sitios mineros, a cumplir con los requisitos de seguridad.
En los últimos años, ha habido preocupación de que las ganancias de la minería no regulada en el norte de Malí pudieran beneficiar a los extremistas islámicos activos en esa parte del país.
“El oro es, con diferencia, la exportación más importante de Malí y representará más del 80% de las exportaciones totales en 2021”, según la Administración de Comercio Internacional del Departamento de Comercio de Estados Unidos. Dice que más de dos millones de personas, o más del 10% de la población de Malí, dependen del sector minero para obtener ingresos.
El Ministerio de Minas ha estimado que el país cuenta con 800 toneladas en yacimientos de oro.
La explotación de minas por parte de jóvenes que buscan dinero en este tipo de trabajo es habitual en Mali, en ocasiones de forma irregular y sin control.
Para extraer el oro los mineros usan explosivos, así como ácidos y cianuro, y no aseguran los túneles de manera fiable, con lo que este tipo de derrumbes ocurren con cierta asiduidad.