El parlamento de Sri Lanka aprobó el miércoles por abrumadora mayoría un proyecto de ley de regulación de Internet que fue muy criticado como una medida para reprimir el discurso en un año electoral mientras la nación insular del Océano Índico se enfrenta a una crisis económica que requirió un rescate internacional.
El proyecto de ley de seguridad en línea permitiría al gobierno establecer una comisión con una amplia gama de poderes, que incluye ordenar a las personas y a los proveedores de servicios de Internet que eliminen las publicaciones en línea consideradas declaraciones prohibidas. También puede perseguir legalmente a las personas que publiquen dichas publicaciones.
El gobierno encabezado por el presidente Ranil Wickremesinghe presentó el proyecto de ley para debate, tras lo cual fue aprobado en la cámara de 225 miembros, donde la coalición gobernante goza de mayoría. Únicamente 62 legisladores votaron en contra del proyecto de ley.
Los legisladores de la oposición criticaron el proyecto de ley por crear un ambiente muy opresivo. Los medios de comunicación, Internet y grupos de derechos civiles habían pedido al gobierno que retirara el proyecto de ley, diciendo que socavaría las libertades.
Human Rights Watch, con sede en Nueva York, dijo que el proyecto de ley crearía una ley represiva con amplios y vagos delitos relacionados con el discurso castigados con largas penas de prisión.
La Coalición Asiática de Internet, que tiene como miembros a Apple, Amazon, Google y Yahoo, dijo que el proyecto de ley “socavaría el crecimiento potencial y la inversión extranjera directa en la economía digital de Sri Lanka”.
El secretario de la Asociación de Periodistas Web Profesionales de Sri Lanka, Kalum Shivantha, dijo que el proyecto de ley afectaría gravemente la forma en que hacen su trabajo.
Sin embargo, el Ministro de Seguridad Pública, Tiran Alles, quien presentó el proyecto de ley en el Parlamento, dijo que abordaría los problemas relacionados con el fraude, el abuso y las declaraciones falsas en línea que amenazan la seguridad y la estabilidad nacionales. Dijo que el año pasado se presentaron más de 8.000 denuncias relacionadas con delitos en línea, incluidos abuso sexual, estafas financieras, acoso cibernético y robo de datos.
Alles añadió que el proyecto de ley no fue redactado para acosar a los medios ni a los opositores políticos.
Sri Lanka todavía se está recuperando de su peor crisis económica, que afectó a la nación insular hace dos años. El país se declaró en quiebra en 2022 con más de 83.000 millones de dólares en deuda, más de la mitad con acreedores extranjeros.