El presidente de Rusia, Vladímir Putin, y su homólogo bielorruso, Alexánder Lukashenko, participaron este domingo en la ceremonia de la puesta en servicio de un nuevo complejo de invernada de la estación antártica Vostok.
Durante la videoceremonia, ambos mandatarios participaron con un discurso, Putin expresó su deseo de que la nueva estación permitirá fortalecer la cooperación de científicos de diversos países, convirtiéndola en una plataforma para resolver problemas actuales en el ámbito del estudio de la naturaleza y el medioambiente promoviendo programas científicos conjuntos e innovadores entre Rusia y Bielorrusia.
Según da a conocer Rusia, actualmente la ciencia tiene ante sí muchas tareas, tales como monitorear la actividad solar y otros fenómenos de meteorología espacial que influyen en la tecnología y las personas y estudiar el papel de la Antártida en el cambio climático global.
Putin reiteró la importancia del nuevo complejo, haciendo hincapié en las condiciones extremas en las que los científicos tienen que trabajar en la Antártida, además de las bajísimas temperaturas, el continente antártico se caracteriza por un aire con un bajo contenido de oxígeno y una alta sequedad, un elevado nivel de radiación ultravioleta y cinco meses de oscuridad total. Además, la estación Vostok se ubica a unos 1.500 kilómetros de la costa, lo que significa que la vida allí es aún más difícil.
La estación Vostok fue fundada en 1957 y está situada a 3.500 metros de altura.
El nuevo complejo consiste en cinco bloques que albergan laboratorios, habitaciones privadas, cocina, zona de recreo, gimnasio, sauna y un centro médico con una sala de operaciones.
En el complejo, cuyo territorio es de más de 3.000 metros cuadrados, se podrán alojar de manera cómoda, hasta 15 personas durante el invierno y hasta 35 en verano.