El presidente francés, Emmanuel Macron, su primera ministra, Élisabeth Borne y siete ministros más del Gobierno han mantenido este domingo por la noche una reunión de urgencia para tratar los graves disturbios desatados tras la muerte el martes de un adolescente por un disparo de un policía en Nanterre.
La reunión, que no estaba incluida en la agenda presidencial, ha sido un “punto de situación” para tener una “actualización de la crisis”, según han informado fuentes del Elíseo citadas por medios franceses.
La noche del sábado al domingo, las fuerzas del orden han detenido a 719 personas en toda Francia, informa el Ministerio del Interior del país galo, citado por medios locales.
Para contrarrestar los violentos disturbios, que sacuden Francia desde el pasado martes, anoche otra vez se movilizaron 45.000 policías y gendarmes para paliar los disturbios que vive el país desde la muerte de un joven a manos de la policía, el pasado martes.
Como consecuencia de los enfrentamientos con los manifestantes y alborotadores, 45 policías y gendarmes han resultado heridos en la noche del sábado al domingo, han precisado desde el Ministerio.
Además, según las cifras proporcionadas por este organismo, durante la pasada noche se han registrado 871 incendios en la vía pública. Además, los alborotadores han prendido fuego a 577 vehículos y 74 inmuebles.
La Asociación de Alcaldes de Francia (AMF) convocó el lunes una protesta en todos los ayuntamientos del país tras el ataque contra la casa de un edil en una localidad cercana a París, anunció el domingo el presidente del organismo.
Las protestas se extienden a Bélgica y Suiza
Un total de 35 personas fueron detenidas en Bruselas, Bélgica durante la noche del sábado en concentraciones en la capital belga para protestar por la muerte de un joven en Nanterre (Francia) a manos de la policía el pasado martes. Más de 100 personas se reunieron en el centro de la ciudad, en la Suiza occidental francófona, el sábado por la noche, dijo la policía en un comunicado, que detalló que se rompieron varios escaparates y la puerta de una tienda, mientras los agentes dispersaban a jóvenes que les arrojaron adoquines y un cóctel molotov. Detuvieron a seis personas de entre 15 y 17 años -tres chicas y tres chicos, de nacionalidad portuguesa, somalí, bosnia, suiza, georgiana y serbia- y a un suizo de 24 años. Ningún policía resultó herido.