El presidente Andrés Manuel López Obrador rechazó indultar a Mario Aburto, asesino confeso del candidato presidencial Luis Donaldo Colosio en 1994, como solicitó el hijo del priísta Luis Donaldo Colosio Riojas, actual alcalde de Monterrey y quien buscará un escaño en el Senado en las elecciones de 2024.
“Aprovecho para contestarle al hijo de Luis Donaldo que me pide que yo indulte (a Mario Aburto), quiero contestar que no puedo hacerlo, sé que él ya no quiere, sus familiares, saber nada de esto que fue terrible, pero se trata de un asunto de Estado y que yo quiero, en lo que a mí corresponde, que no se deje de investigar”, dijo el mandatario durante su conferencia.
El presidente López Obrador dijo que es un asunto de suma importancia, ya que asesinaron a un candidato presidencial, por lo que el crimen no puede quedar impune y tampoco le puede dar carpetazo al asunto como propuso Colosio Riojas, luego de que la Fiscalía General de la República (FGR) confirmara que hubo un segundo tirador el 23 de marzo de 1994 en Lomas Taurinas, en Tijuana.
“Aquí se hicieron todas las investigaciones y sí se llegó a demostrar que había un segundo tirador. Quienes manejaron este asunto, esta investigación, llegaron a esta conclusión y en su momento también se dio a conocer que había un segundo tirador y se le identificó o por lo menos se constató que una segunda persona había estado vinculada y tenía sangre que pertenecía al finado Colosio (…), incluso se descarta la posibilidad de que Aburto haya vuelto a disparar porque creo que el otro disparo (que tenía Colosio) está en el abdomen”, explicó.
El presidente López Obrador dijo que el propio Mario Aburto solicitó no sólo que fuera juzgado por el magnicidio de Luis Donaldo Colosio bajo la ley de Baja California, sino que también se investigara lo del segundo tirador, lo cual, de acuerdo con las autoridades, se confirmó que sí existió.
Se trata de Jorge Antonio Sánchez Ortega, quien en ese entonces era agente del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen), y que, de acuerdo con las pruebas que se le practicaron, se comprobó que sí había disparado el arma que tenía a su cargo e incluso llegó a estar detenido, pero después fue liberado.
“Resultó que ese segundo personaje era del Cisen. Se resolvió que él sí traía las manchas porque había ayudado en el traslado del licenciado Colosio, pero se le dejó en libertad”, dijo el jefe del Ejecutivo y reiteró que el asunto no debe quedar impune y más si se trata de un acto cometido por alguien que trabajó en el gobierno.
“Es importante que no haya impunidad si se trata de un crimen que, de acuerdo con la fiscalía, tiene alguna relación con una institución del estado”, puntualizó.