El número oficial de víctimas mortales de los dos terremotos que devastaron el pasado día 6 el sureste de Turquía ha subido hasta 41.020, indicó este domingo AFAD, el servicio de emergencias nacional turco.
La cifra supone un incremento de 31 muertos respecto a la indicada este mediodía por el presidente del organismo, Yunus Seker, pero es aún muy provisional, dado que apenas ha comenzado la retirada de escombros en las 11 provincias afectadas, y según las estimaciones puede duplicarse o triplicarse.
Seker indicó hoy que en nueve provincias ya se ha dado por terminada la búsqueda de supervivientes, si bien aún continúa en las de Hatay y Kahramanmaras, las más gravemente afectadas.
No se han dado a conocer cifras de muertos actualizadas por provincias, pero sí de edificios derrumbados o gravemente dañados, si bien también este recuento es provisional y las inspecciones continúan.
Según los datos del Ministerio de Urbanismo de hoy, la provincia con mayor nivel de destrucción es Hatay, en la costa mediterránea, con 30.000 edificios derruidos o inservibles, seguida de Kahramanmaras, con 22.000 edificios derrumbados, Malatya, con 16.000, Gaziantep, con 15.000 y Adiyaman, con 13.000 derrumbes.
Aproximadamente un millón de ciudadanos turcos viven actualmente en tiendas de campaña, casas prefabricadas o alguna institución de acogida temporal. A esto se añade casi medio millón de personas que han sido evacuadas de las zonas afectadas por el terremoto, explicó Yunus Seker, presidente del servicio de emergencias nacional turco AFAD.
La búsqueda de supervivientes ya ha concluido en casi toda la región, exceptuando las provincias de Kahramanmaras y Hatay, las más afectadas, donde aún se busca en unos 40 edificios, dijo Seker.
Prometió que en los próximos meses se planifica terminar el establecimiento de 100.000 casas prefabricadas en la región.
Según las últimas cifras, difundidas hoy por el Ministerio de Urbanismo, 20.000 edificios, que suman 71.000 viviendas u oficinas, se han derrumbado en las once provincias afectadas. En total, de 830.000 edificios investigados hasta ahora en la región, 105.000 o bien están derrumbados o tan gravemente dañados que deben demolerse cuanto antes, señala un comunicado del Ministerio.