El líder checheno, Ramzan Kadirov, afirmó hoy que en un futuro planea crear su propia compañía de mercenarios, ya que considera necesarias las empresas militares privadas a la vista de la labor que desempeña el Grupo Wagner en la campaña militar en Ucrania.
”Ya ahora podemos decir con confianza que Wagner ha demostrado su eficacia en términos militares y ha trazado una línea en el debate sobre la necesidad de las empresas privadas militares”, señaló en su canal de Telegram, en referencia al hecho de que las compañías de mercenarios no están permitidas legalmente en Rusia.
El auge de Wagner y otros grupos de mercenarios al margen de las estructuras de mando militares tradicionales rusas y de la era soviética ha suscitado preocupación entre los diplomáticos, por la posibilidad de que supongan algún día una amenaza para la estabilidad en Rusia.
Kadirov, cuyos hombres combaten también en Ucrania y fueron especialmente visibles en el asedio contra la ciudad portuaria de Mariúpol en la primavera de 2022, sostuvo que “sin duda alguna, tales formaciones profesionales son necesarias”.
Kadyrov y Prigozhin dirigen fuerzas en Ucrania en gran medida autónomas del alto mando ruso y son aliados incondicionales del presidente Vladimir Putin, pero también se han pronunciado contra la cúpula militar del país.
Los dos hombres han formado una alianza tácita, amplificando mutuamente sus críticas a la cúpula militar.
Añadió que se alegra por los “éxitos de Wagner” en la campaña militar, pues los combatientes, primero ignorados por el Ministerio de Defensa en sus partes bélicos diarios y luego calificados de “voluntarios”, lograron “resultados muy impresionantes”. “A pesar de todas las dificultades, Wagner logra su objetivo en cualquier situación”, afirmó.
El jefe checheno es uno de los mayores defensores de la campaña bélica de Rusia en Ucrania, pero también ha criticado en los últimos doce meses a algunos mandos militares del Ministerio de Defensa por fracasos en el terreno y decisiones que consideró equivocadas.
Cada vez hay más pruebas de que el Kremlin ha tomado medidas para frenar lo que considera un exceso de influencia política de Prigozhin, ordenándole que deje de criticar públicamente al Ministerio de Defensa y aconsejando a la prensa estatal que deje de mencionarle a él o a Wagner por su nombre.