El presidente Andrés Manuel López Obrador negó un supuesto financiamiento del narcotráfico para su campaña presidencial de 2006 y sostuvo que “no hay ninguna prueba”.
“Si algo no les gusta, que lo planteen abiertamente, que no lo manden a decir (…) porque esto es calumniar”.
Con estas palabras el presidente Andrés Manuel López Obrador retó al Gobierno de Estados Unidos a que presente pruebas de los señalamientos de la DEA de que su equipo habría recibido 2 millones de dólares por parte del narcotráfico para la campaña presidencial de 2006.
Esto, al día siguiente de que la agencia estadounidense ProPublica publicara el texto “¿Los narcotraficantes canalizaron millones de dólares a la primera campaña del presidente mexicano López Obrador?” que consigna declaraciones de elementos de la Administración de Control de Drogas (DEA por sus siglas en inglés) de que presuntamente armaron una investigación en su contra para los procesos electorales de 2006 y 2012, con base en testimonios de informantes vinculados con el narcotraficante “La Barbie”.
Sobre ello, López Obrador argumentó que el documento se basa en calumnias difundidas por el Departamento de Estado –a través de la DEA- porque ni a los extranjeros, ni a los grupos de intereses creados o la oligarquía les agrada que en México haya un “proceso de transformación, una revolución pacífica” que –según sus dichos- cuenta con respaldo popular.
“A los oligarcas y a los extranjeros les ha importado tener o títeres en la Presidencia, o presidentes debilitados, sin autoridad moral para que puedan someterlos y aplicar las políticas que ellos desean o les conviene”, sostuvo.
Y para sustentar sus dichos puso de ejemplo al expresidente Miguel de la Madrid, a quien en la época de la “renovación moral” la CIA intentó algo parecido.
López Obrador argumentó que este tipo de prácticas –por medio de periodistas prestigiados- se dan todo el tiempo “desde hace 2 siglos” en contra de países de América Latina, a través de agencias que se dedican a la subversión, al espionaje, a la politiquería, al chantaje.
“Esto es calumniar (…) la calumnia cuando no mancha tizna, y esos son especialistas, calumnia porque algo queda y hay elecciones (…) Ahora traen eso. A ver, pruebas, ¿dónde están las pruebas? (…) pero no la DEA, el Departamento de Estado”, pidió.
De tal suerte que aseguró –tras pregunta expresa- que se trata de un montaje y “propaganda sucia por la temporada”.
Por último, indicó que él no le hará un reclamo a su homólogo, Joe Biden, ni espera una reacción de él sólo “un acuse de recibo”.