Voluntarios en el centro de Chile intentaron retirar metales carbonizados, vidrios rotos y otros escombros de vecindarios devastados por incendios forestales en los últimos días, mientras las autoridades elevaron el número de muertos a 122. Cientos de personas siguen desaparecidas.
Los incendios parecían haber disminuido por la mañana del lunes después de arder intensamente desde el viernes en el extremo oriental de la ciudad de Viña del Mar. Otras dos localidades de la región de Valparaíso, Quilpé y Villa Alemana, también resultaron gravemente afectadas, y el presidente Gabriel Boric dijo El domingo se informó que al menos 3.000 viviendas habían sido quemadas en la zona.
Por la tarde se sumaron 10 víctimas más a la cifra de muertos, lo que eleva la cifra a 122, dijo Marisol Prado, directora del Servicio Médico Forense de Chile.
Prado dijo que muchos cuerpos estaban en malas condiciones y eran difíciles de identificar, pero agregó que trabajadores forenses estarían tomando muestras de material genético de personas que han reportado familiares desaparecidos.
La alcaldesa de Viña del Mar, Macarena Ripamonti, dijo que al menos 370 personas han sido reportadas como desaparecidas en la ciudad de unos 300.000 habitantes.
Los incendios arrasaron varios barrios que habían sido construidos precariamente en las montañas que se alzan al este de Viña del Mar, que también es un popular balneario.
Las autoridades han sugerido que algunos de los incendios forestales alrededor de la ciudad podrían haber sido provocados intencionalmente. El clima seco, los fuertes vientos y la baja humedad ayudaron a que los incendios se propagaran más rápido, dijo Boric.
Escuelas y otros edificios públicos de Viña del Mar y de la capital, Santiago, sirven actualmente como depósitos donde la gente lleva donaciones de agua, alimentos, velas y palas para las víctimas de los incendios.
En Viña del Mar y las localidades cercanas de Villa Alemana y Quilpé, la policía ha pedido a las personas que no han sido afectadas por los incendios que se queden en sus casas para que los equipos de rescate puedan moverse con mayor facilidad.
Cientos de personas afectadas por los incendios regresaron a sus hogares el lunes para buscar entre los escombros. Muchos han dicho que prefieren dormir cerca de sus casas para evitar que los saqueadores se apoderen de lo que queda de sus posesiones o reclamen el terreno en el que se construyeron sus casas.