El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, fue reelecto al arrasar con hasta 85 por ciento del voto, según sus declaraciones, con lo que se convierte en el primero en hilar dos mandatos consecutivos, pese a la prohibición que prevalecía hasta 2022.
A pocas horas del cierre de las urnas, el político que se define en redes sociales como “el dictador más cool” se autoproclamó ganador de esta contienda, gracias al respaldo que le ganó su polémica guerra contra las pandillas al registrar una drástica caída en la criminalidad tras cercar a grupos como la Mara Salvatrucha y Barrio 18, luego de 24 regímenes de excepción consecutivos.
Sin embargo, el Tribunal Supremo Electoral (TSE) reaccionó casi tres horas después que él para corroborar su amplia victoria, pues con 13 por ciento de actas computadas el de Nuevas Ideas sumaba 10 veces más votos en comparación con su más cercano competidor, Manuel Flores del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional Flores (FMLN), misma que afianzó al cierre de esta edición al rebasar 30 por ciento del voto escrutado en medio de críticas contra el órgano electoral, mismas que atajó la presidenta de éste, Dora Esmeralda Martínez, al descartar una situación “extraña” en la contienda al atribuir la tardanza a la revisión a incidentes comunes.
Con el triunfo en el bolsillo que le garantiza la permanencia cinco años más en el poder y un mayor control tras asegurar, según su fuerza política, 58 de los 60 escaños en juego, el político de 42 años se dirigió a la Plaza Cívica para celebrar con sus seguidores, quienes lo recibieron al grito de “¡Bukele, Bukele, Bukele!” y “¡sí se pudo, sí se pudo!”.
De la mano de su esposa y primera dama, Gabriela Rodríguez, el derechista resaltó “El Salvador ha roto todos los récords”, al alardear del más alto porcentaje en una elección democrática a nivel mundial y hasta la mayor diferencia, pues dijo que además de amarrar el control legislativo “la oposición junta quedó pulverizada” a cinco años de vencer al bipartidismo, cuando los superó con 53 por ciento de la preferencia.
Asimismo, en un mensaje de casi media hora, Bukele enfatizó que lo hecho fue el respaldo al cambio que logró en 2021 al renovar el sistema político y judicial y destituir al fiscal y a toda la Sala Constitucional y nombrar a sustitutos afines, movimientos con los que fraguó su primera reelección, según críticas de la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA, por sus siglas en inglés), respaldada por medios y organismos globales que cuestionan la guerra contra las pandillas por violar incontables derechos humanos y el debido proceso de presuntos criminales, pero que su pueblo apoya, pues bajó de 36 homicidios por cada 100 mil habitantes en 2019 a 2.7 al cierre de 2023, según registros oficiales del Gobierno.
En este primer discurso el mandatario se mostró retador, pues además de sostener que su victoria es un mensaje contundente del pueblo, al que el mundo dice que oprime, desafío a la prensa y organismos internacionales que lo han criticado desde que puso en marcha su “plan de control territorial” en 2022.