La ciudad de Chilpancingo, capital de Guerrero, se encuentra paralizada y transformada en una capital fantasma como consecuencia de una serie de ataques contra choferes del transporte público por parte de grupos criminales que se disputan el control de la plaza.
La mañana del lunes, tres unidades fueron baleadas y una más incendiada, en hechos donde perdieron la vida cuatro conductores, de acuerdo con la Fiscalía General del Estado (FGE).
El primero de estos ataques se registró alrededor de las 7:30 horas en la colonia Las Torres, ubicada a una corta distancia del Palacio de Gobierno y uno más, cerca del poblado de Petaquillas.
Dos hechos se registraron casi de manera simultánea en las bases de urvans que van hacia la localidad de Petaquillas y otro en el sitio de transporte hacia Chilaba, que son poblados donde tiene el control el grupo de Los Ardillos.
En ese contexto de violencia, ese mismo lunes cientos de transportistas, choferes de urvans, taxis y mixtas, optaron por parar el servicio, con lo que miles de personas se vieron gravemente afectadas.
Esto también propició el cierre de negocios, también de escuelas y se estima por parte de personal docente que aproximadamente unas 500 instituciones, entre primarias, secundarias, preparatorias y universidades, permanecieron cerradas este martes, a pesar de que el secretario de Educación Marcial Rodríguez Saldaña afirmó que no habría suspensión de labores.
Mientras que el Ayuntamiento de Chilpancingo operó de manera normal junto con el Palacio de Gobierno, donde a través de un comunicado la Secretaría de Finanzas y Administración señaló que las actividades continuarían normales y pidió a los trabajadores no seguir rumores relacionados con la suspensión de labores.
Fue durante ese mañana que circularon mensajes amenazadores a través de aplicaciones como WhatsApp, en la que se advertía a la población que se abstuviera de salir de sus hogares, puesto que iniciaría una limpia.
El mensaje no se lo adjudicó ningún grupo criminal, pero de acuerdo con las autoridades de seguridad pública estatal y municipal, existe una pugna entre Tlacos y Ardillos, por el control total de la capital, donde están asentados los tres poderes del Estado.
Las amenazas hechas por mensajes, han empatado con varios mensajes que también se han compartido en redes sociales como el WhatsApp, en los que se aprecia a decenas de civiles recorriendo la Sierra de Guerrero, todos fuertemente armados y usando equipo táctico.
Los incidentes registrados el lunes en la capital, fueron condenados por la gobernadora Evelyn Salgado Pineda, quien sostuvo que no habría impunidad y apeló a que la Fiscalía realizará las investigaciones para dar con los responsables.
Por parte del gobierno estatal, se anunció un nuevo reforzamiento de seguridad a cargo del Ejército Mexicano y de la Guardia Nacional. Antes de estos hechos, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) había anunciado la instalación en Chilpancingo de 12 bases de operaciones, de las cuales ocho estarían a cargo de militares.
La misma situación por la que atraviesa Chilpancingo, la vivió en su momento Acapulco, Taxco y después de Zihuatanejo; se trata de las ciudades más grandes e importantes de la entidad, donde a la fecha el transporte se encuentra en recuperación.