El gabinete alemán aprobó el miércoles planes para reducir la sentencia mínima de un año por difundir imágenes de abuso sexual infantil, cambiando una norma que se introdujo hace menos de tres años pero que, según las autoridades, ha demostrado ser demasiado inflexible en la práctica.
Actualmente, la legislación alemana estipula que una persona que difunda contenidos pornográficos infantiles o los ponga a disposición del público en general será castigado con una pena de prisión de entre uno y diez años. Antes de la reforma del gobierno anterior de Alemania que entró en vigor en julio de 2021, preveía penas que oscilaban entre tres meses y cinco años.
El ministro de Justicia, Marco Buschmann, dijo que el límite superior se mantendrá, pero que la nueva sentencia mínima ha resultado en “numerosos problemas en la práctica”.
En particular, las personas que reciben dicho material de forma involuntaria, por ejemplo en el contexto de un grupo de padres de WhatsApp, corren el riesgo de una sentencia mínima de un año, dijo Buschmann en un comunicado. Lo mismo, añadió, también se aplica en el caso de profesores que han descubierto material de pornografía infantil en los móviles de sus alumnos y lo han reenviado para alertar a los padres afectados.
La nueva legislación, que aún necesita la aprobación parlamentaria, reducirá la sentencia mínima a seis meses. Buschmann dijo que restaurará la capacidad de los tribunales y fiscales “para poder reaccionar de manera flexible y proporcional a cada caso individual”, y que los investigadores, los tribunales y los ministros de justicia a nivel estatal habían presionado para lograr el cambio.
Según la ley alemana, los delitos que conllevan una pena de un año o más se cuentan como delito grave, mientras que los delitos por debajo de ese límite se cuentan como delitos menores.
La nueva legislación restaurará la capacidad de las autoridades para cerrar casos en el extremo inferior de la punibilidad. Señala que la posibilidad de tipificar las infracciones como faltas también es necesaria para tratar con la necesaria flexibilidad a la gran proporción de jóvenes infractores, dado que esos culpables suelen actuar por inexperiencia, curiosidad, sed de aventuras o afán de impresionar en lugar de por motivos sexuales.